Madrid. La actriz norteamericana Lindsay Lohan se ha librado una vez más de ingresar en la cárcel gracias al pago de una fianza tras el último arresto que ha durado mucho menos de lo que esperaba y que le ha retenido tan sólo 15 horas entre rejas.

El viernes por la mañana un juez de Los Ángeles (California) decidió volver a enviar a la actriz a prisión por haber violado la libertad condicional al haber consumido otra vez drogas y alcohol. Así, el magistrado de la corte de Beverly Hills impuso a la antigua estrella adolescente una pena de cuatro semanas en la cárcel, hasta el 22 de octubre, fecha de la siguiente vista. Sin embargo, parece que Lindsay ha tenido un golpe de suerte y su condena ha sido revertida por un supervisor.

La protagonista de Chicas Malas salió del centro de detención regional Century en la madrugada de ayer sábado, según Showbizspy. La actriz ha pagado una fianza de 220.000 dólares para quedar en libertad. "Ella ha cooperado siempre con todo, desde la primera vez hasta esta última", declaró ayer el portavoz del sheriff de Los Ángeles, Steve Whitmore, que, además, deseó a la estrella "que sea la última vez que ingresa en prisión".

Aunque ha conseguido librarse por esta vez de pasar una temporada tras los barrotes, lo cierto es que el juez que el viernes la envió allí nunca tomó como opción ingresarla en un centro de rehabilitación, ya que, según ha quedado demostrado, no le han servido para mucho. De hecho, el juez Elden Fox tomó la decisión sin escuchar los argumentos de los abogados.

Ahora, Lindsay deberá llevar un dispositivo que controla si consume o no sustancias nocivas para su salud. Los términos de su libertad condicional estipulaban que la intérprete pasaría un mes en prisión si volvía a dar positivo en los análisis.

Reincidente. En julio la actriz de Freaky Friday (2003) tuvo que entregarse a las autoridades para cumplir trece días de prisión por violar su libertad condicional al no acudir a sus clases semanales de educación contra el alcoholismo. Tras su breve estancia en prisión, la actriz siguió un tratamiento de rehabilitación que debía completar sin ingresar en un centro médico, como en el que estuvo durante 23 días en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).