vitoria. "No hay aprendizaje si no hay emoción". Pilar López presenta una nueva edición del programa para niños y jóvenes del teatro Beñat Etxepare. Y, sí, habla de cifras. 26.000 escolares han formalizado ya su paso por las tablas de Iparralde, dos mil más que el año pasado. Pero los ocho espectáculos que se sucederán del 9 de noviembre al 24 de mayo son algo más.

Son piezas creadas -la mayoría bilingües- específicamente para la edad del alumno. Hay cabezas que, con sólo tres años, apenas asoman de la butaca. Otras están pensando ya en la carrera universitaria. "Los primeros dieciocho años de la vida del ser humano son los más trascendentes, así que crear hábitos en esta etapa es muy importante".

Hasta ochenta centros gasteiztarras -y alaveses- cruzarán las puertas del Beñat Etxepare y se dejarán cautivar por la magia de su telón. Decenas de profesores pasarán por los cafés didácticos, tratando de adaptar las temáticas de las obras a sus programas de estudio, conocer el material dramático in situ.

Son dinámicas creadas durante casi dos décadas por Teatro Paraíso, que este año abre programa con Cautiverio Felis, del chileno Tryo Teatro Banda, que propone un punto de encuentro entre los conquistadores y el pueblo mapuche. Otra que tocará de lleno a un público más adolescente será Enred@dos, que toca los vínculos -y adicciones- de las redes sociales de la mano de Pikor. "Es teatro que permite hablar de las cosas que nos acontecen como ciudadanos". Chico de café (La Baracca/Paraíso), Humanos (Marie de Jongh), La vuelta al día en 80 mundos (L"Horta), Vuela si puedes (Les Ateliers de la Colline/Paraíso), La cama voladora (Calamar) y La casa imaginada (La Machina) completan el ciclo.