TOKIO. Nada más aterrizar ayer en un avión privado en el aeropuerto tokiota de Narita, la mediática estrella fue sometida a las preguntas de los funcionarios de inmigración durante varias horas, tras ser condenada en Estados Unidos por posesión de cocaína.
Conforme a la ley japonesa, las autoridades pueden negar la entrada a las personas que hayan sido condenadas por delitos relacionados con estupefacientes.
La modelo, de 29 años, tuvo que pasar la noche en un hotel cercano al aeropuerto y hoy, ante la persistente negativa de los funcionarios de permitirle el ingreso en Japón mientras se le investigaba, decidió evitar más horas de interrogatorio y abandonar el país, indicó él diario Mainichi en su edición digital.
Una fuente del Departamento de Inmigración confirmó a Efe la apertura de una investigación sobre Hilton, aunque evitó hacer comentarios sobre su marcha del país.
La joven viajaba con su hermana Niki, de 26 años, con la intención de asistir hoy a un desfile de moda para promocionar su marca de diseño de ropa y complementos en un hotel de Tokio, evento que ha sido suspendido.
La polémica heredera del imperio hotelero fundado por su bisabuelo Conrad Hilton tenía previsto viajar desde Tokio a Indonesia para inaugurar una boutique en un centro comercial de Yakarta el próximo día 25, antes de desplazarse a Malasia.
Paris Hilton fue arrestada en agosto por posesión de cocaína, aunque alcanzó un acuerdo con la Fiscalía de Nevada (EEUU) por el que tendrá que participar en un programa antidrogas, pagar una multa de unos 1.500 euros y cumplir 200 horas de servicio a la comunidad.
Además, pasará un año en situación de libertad condicional, por lo que podría pasar por la cárcel si reincide en delitos relacionados con las estupefacientes en Estados Unidos.