Tras un año que le ha hecho estar "pasado de bola", Imanol Arias explica que no ha estado "triste nunca, ni nada". Sobre las revistas del corazón, destaca que "no venden entradas", sino que pueden provocar lo contrario "por un exceso de exposición" y porque al final lo que quiere ver el público es "un artista" y no un famoso. "El estreno más tumultuoso de mi vida fue cuando Pastora y yo salimos juntos por primera vez en una película que se llamaba Fuego eterno. La cinta la debieron de ver al final trece espectadores en España, pero fue portada de todas las revistas". De los últimos meses su única queja es haberse sentido "manipulado", porque hablaban "otras personas" que tenían "una necesidad de hablar brutal". "Yo he pasado por todo, y cuando llevas veinte años de casado ya te da igual", asegura el actor.