De bien nacidos es ser agradecidos. Y guiados por el dicho popular, Celtas cortos ha puesto en el mercado un disco en el que pasan revista a sus raíces musicales, a sus referentes, a cómo se hicieron a sí mismos con los ecos que les llegaban y que, a la postre, han hecho de esta banda lo que hoy es un referente de la música rock con un claro toque celta.
Con este propósito, el grupo pretende reivindicar, con Introversiones, sus comienzos musicales, a la vez que el de una generación paralela en la que nacieron y que no se adscribía a ninguna etiqueta. La de los hijos resultantes de la emigración del campo a la ciudad, la de la música inverosímil que se oía por los balcones de los barrios en las mañanas de los fines de semana, cuando la televisión sólo tenía dos canales y un horario limitado.
Cuando uno plantea una mudanza, se encuentra con cosas guardadas en cajitas en las que no se ha reparado, y algunas con sorpresa. “Desempolvar la memoria histórica siempre tiene mucho interés. De repente abres cajas y te encuentras fotos, pedazos de sentimientos que tenías almacenados en el pasado”. Así de nostálgico se muestra Jesús Cifuentes, Cifu, el vocalista de la banda.
Cifu no tiene miedo de que les cuelguen el sambenito de sacar un disco de versiones. Se consideran “corredores de fondo” y defienden que rendir un homenaje a buena parte de esas bandas que los han moldeado durante sus 25 años de trayectoria musical es algo que les llena de orgullo.
“Cualquier artista bebe de los manantiales que le rodean, por eso nosotros hemos querido sacar este disco ahora. Nos gustaría que sirviera para que a otros les pueda causar emoción”. Con Introversiones se pretende llevar la música hacia un entorno más cercano, “más íntimo, tener la gente más cerca y hacer un relato de las canciones de una manera más pausada”. No será hasta octubre cuando comiencen su nueva gira que recorrerá Europa y México.
Vida gris, Breizh positive, El marinero borracho o Vamos, Elieen son algunos de los temas incluidos en este disco de influencias, una colección de la que el primer sencillo es el Blues del pescador, un tema original del grupo ochentero The Waterboys que, junto a The Pogues y Oskorri, forman parte de la memoria histórica del grupo vallisoletano. “No son canciones reconocidas por el gran público, son simplemente las esquinas de la habitación por la que nos hemos movido”.
No ha sido un camino fácil de recorrer desde aquel 20 de abril. “Por fortuna, hay mejores instrumentistas; por desgracia, también hay más basura dominando el mundo de la música plastificada”, afirma, crítico, Cifu. Siempre hay dos caras, la comprometida que se topa con dificultades a la hora de desarrollar sus ideas y la música “plasticosa” que de forma masiva consume el público. “Ésa es la realidad y si le sumas la crisis, no queda otra que amarrarse el cinturón y tirar de creatividad”, afirma. En momentos de crisis siempre se han revisado los movimientos culturales y Celtas Cortos ha hecho lo propio con Introversiones.