venecia. El circo de la Mostra, donde los cineastas muerden a los Leones, comienza el miércoles con Black Swan, de Darren Aronofsky, y seguirá hasta el día 11 de septiembre con domadores como Sophia Coppola, François Ozon, Tom Twyker, Vincent Gallo o el español Álex de la Iglesia.
Veintitrés películas conforman el abigarrado concurso de la 67ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia,que repartirá sus premios en función de los gustos de un jurado presidido por Quentin Tarantino.
Balada triste de trompeta, de Álex de la Iglesia, buscará un premio maldito para la cinematografía española, el León de Oro, con su combinación de circo y crónica política, en una edición en la que el castellano también se oirá en la nueva película de Palbo Larraín, Post Mortem.
El ganador de hace dos años, Darren Aronofsky, dará el pistoletazo de salida con su inmersión en el mundo del ballet Black Swan, protagonizada por Natalie Portman. Y no es casual, puesto que el concurso de este año se pliega a la presencia de grandes damas del cine mundial.
Catherine Deneuve vuelve a trabajar con François Ozon en Potiche, mientras que Vanessa Redgrave se somete al imprevisible prisma del artista Julian Schnabel en Miral.
Por motivos menos cinematográficos, se espera Essential Killing, dirigida por el polaco Jerzy Skolimowski, y protagonizada por Emmanuelle Seigner, mujer de Roman Polanski. Y por su parte, Michelle Williams revalida su condición de musa del cine indie en Meek"s Cutoff, del estadounidense Kelly Reichardt.
No delante, si no tras las cámaras, otra presencia femenina muy esperada es la de Sophia Coppola, que presentará ante su legión de admiradores y detractores Somewhere, protagonizada por Stephen Dorff.
Curiosamente, de misógino fue acusado Vincent Gallo al proyectar en Cannes The Brown Bunny, que fue considerada "la peor cinta jamás vista en el festival". Ahora moverá su foco de polémica a la Mostra con Promises Written in Water.
Otros títulos destacables son Drei, con la que Tom Twyker intentará recuperar el prestigio que le dio Corre, Lola, corre; el regreso de Monte Hellman con Road to Nowhere, y la cinta del maestro del terror japonés Takashi Miike Jusan-nin no shikaku.
Las adaptaciones de dos libros de éxito desviarán la atención hacia las letras: Norwegian Wood, adaptación de la novela Tokio Blues de Haruki Murakami; y La soledad de los números primos, novela de Paolo Giordano, también concursan.
El cine italiano contará con otros tres títulos en concurso, lo cual siempre levanta suspicacias. Noi credevamo, de Mario Martone, La pecora nera, de Ascanio Celestini, y La passione, de Carlo Mazzacurati, completan la muestra de cine local.
Italia y Canadá producen la comedia protagonizada por Dustin Hoffmann Barney"s Version, de Richard J. Lewis, mientras de Francia llegan los cineastas Antony Corider, con Happy Few, y Abdellatif Kechiche, uno de los favoritos de la línea festivalera más dura, que presenta Venus Noure.
Completan la pugna por el León de Oro la griega Attenberg, de Athina Rachel Tsangari; la china Di Renjie Zhi Tongtian Diguo, de Hark Tsui, y la rusa Ovskyanki, de Aleksei Fedorchenko. El premio lo tiene asegurado el maestro de la acción llegado de China John Woo, pues lo recibe al conjunto de su carrera, y no se preocuparán por él los filmes de la selección oficial fuera de concurso. Entre ellas, una producción española, Lope, dirigida por el brasileño Andrucha Waddington.
Machete, la nueva cinta de Robert Rodríguez, un homenaje a Dennis Hopper y un documental sobre Elia Kazan dirigido por Martin Scorsese, entre otros títulos, completarán la variada oferta del festival más añejo de los cuatro grandes europeos, que será clausurado por The Tempest, la nueva incursión de Julie Taymor en las adaptaciones de Shakespeare.