Ella nunca se va de vacaciones, pero es evidente que tanto en Gasteiz como en Álava aprovecha el mes de agosto para relajarse. En opinión de algunos, incluso demasiado para la gente que, cada vez más, se queda en casa o para aquéllos que acuden de visita. Pero ése es un debate que parece eterno e interminable. De todas formas, ella empieza un nuevo curso. En su mochila está casi lo mismo de siempre, con lo bueno y lo malo que ello conlleva. Es hora de regresar, de retomar el pulso. Y ella, la cultura, se prepara para un arranque sin demasiado tiempo para respiros.
Lo más inmediato será la cita con el FesTVal, que comienza mañana mismo. Con el empeño de difundir el eslogan de este año ("La televisión es cultura"), el certamen que se ocupa de la pequeña pantalla pero también de la radio desplegará su programación hasta el próximo domingo con los reclamos para el gran público de la alfombra roja y los estrenos de las cadenas por bandera, pero también con varias citas más que interesantes como los encuentros con profesionales de la talla de Daniel Écija y Mikel Lejarza.
Pero habrá tiempo para más durante estos días. La Muestra de Títeres llegará a su punto y final el próximo fin de semana con una oferta especial. Y Vital por Álava regresará también dentro de unos días para afrontar su recta final a lo largo de la primera quincena de este mes.
Poco a poco, diferentes escenarios irán recuperando sus programaciones o finalizando lo llevado a cabo en la época vacacional. En este último apartado, el polémico Bernaola Bero Festival dirá adiós con sus últimas tres citas tanto en Vitoria como en Salinas de Añana. En el primero, Jimmy Jazz y Helldorado calentarán motores con sus primeras actuaciones de la temporada así como otras tablas (Ibu Hots...).
Estos lugares tomarán parte además en una cita que cumple tres ediciones y que ya se ha convertido en ineludible. Será el viernes 10 cuando Luna Krea desarrolle su maratón cultural por casi todos los rincones de Gasteiz gracias a la iniciativa de un centro cultural que ya cuenta los meses para la inauguración en 2011 de su sede en Betoño.
Entre medio, Montehermoso estrenará nuevas muestras y varias de las galerías de arte y espacios de exposición de la capital alavesa irán retomando sus constantes vitales. Estará, eso sí, la excepción de Artium. En los primeros días de este mes irá cerrando sus salas (aunque sus actividades paralelas continuarán) para preparar su cita con el 1 de octubre, cuando el museo recuperará todo su esplendor expositivo con una amplia y variada oferta, a lo que habrá que sumar también el reinicio de ciclos de éxito como el Art+sound. Y todo ello mientras la ciudad se prepara para vivir otro otoño con encuentros de sobra conocidos como Periscopio.
Llegará, asimismo, a mediados de septiembre una nueva edición de ese evento tan especial llamado Magialdia. Trucos de diferente factura y procedencia convertirán a Vitoria en la capital de la magia, un punto de encuentro donde todo es posible, y, en este caso, esto no es una forma de hablar.
Y para finales de mes asomarán su cabeza encuentros tan importantes como el Festival Internacional de Teatro, que, de hecho, ofrecerá el 30 de septiembre un curioso viaje por diferentes locales y casas de artistas. Eso sí, atención a los que quieran asistir a alguna de las partes del cartel porque dentro de un par de semanas se comenzarán a vender abonos y entradas. En cuanto al Amurrio Antzokia y la sala Harresi, de momento no hay noticias aunque seguro que tampoco les cuesta mucho empezar a calentar motores de cada a sus respectivas temporadas de otoño.
Así, paso a paso, también con otras reincorporaciones, la capital alavesa y el territorio irán retomando su agenda, un cartel en el que es complicado encontrar algo nuevo (más allá de la segunda parte del Bernaola Festival, que se anuncia para noviembre, o el futuro circuito de artes escénicas para amateurs previsto para diciembre). Esto habla de la consolidación de las diferentes propuestas, de su afianzamiento de cara al público y de su constancia incluso con la crisis económica encima. Pero también dice mucho de una ciudad a la que le cuesta demasiado innovar y romper con lo ya hecho, y que, en demasiadas ocasiones, cae en la repetición no ya de eventos, sino sobre todo de contenidos. De todas formas, conseguir el equilibrio es siempre complicado.