Londres. Muchas metrópolis del mundo están orgullosas de las celebridades que circulan por sus calles. Pero todas palidecen ante Londres, donde la densidad de personalidades famosas es más alta que en ninguna otra parte. Tom Cruise y Cameron Diaz en Leicester Square, Jude Law y Sienna Miller comiendo kebab en Primrose Hill, el príncipe Carlos y Camilla en el mercado multicultural de Brixton. Así es la vida todos los días en Londres. Incluso Robert Pattinson, la estrella de la saga romántica de vampiros Crepúsculo, pasea de vez en cuando en su ciudad natal. Pero a largo plazo, la presencia de las estrellas puede volverse molesta.
Los cantantes pop, sobre todo, protagonizan con frecuencia desagradables incidentes con sus vecinos a causa de las fiestas nocturnas a todo volumen que organizan en sus casas. Como miembros de las asociaciones de propietarios de viviendas, los VIP pueden a veces hacer realidad absurdas ideas para aislar sus viviendas o prohibir el aparcamiento de vehículos frente a sus mansiones. Todo con el pretexto de evitar que los fans acosadores se infiltren en su morada.
Carolyn, una doctora del norte de Londres, recibió una vez una invitación para asistir a un baile benéfico organizado por Sting. Pero no le gusta hablar de ello. Es que ningún londinense que se precie puede formular frases como: "¿A qué no adivinas a qué famoso vi ayer?" Eso es, definitivamente, de muy mal gusto y demodé. Así lo comprobó Dominik, oriundo de Hamburgo, cuando casi se llevó por delante a Elton John en el exclusivo barrio de Belgravia y salió corriendo a contarlo en el bar más cercano. La reacción del público fueron caras de aburrimiento y la explicación de que el famoso cantante y compositor vive, literalmente, a la vuelta de la esquina. ¿Qué otra cosa se puede esperar más que encontrárselo de vez en cuando?
En efecto, esta actitud puede ser la manera más útil de entrar en contacto con las celebridades. En Londres hay un padre de familia de lo más normal que se ha ganado la confianza de muchas estrellas, regando sus plantas o alimentando sus mascotas. ¿Cómo lo hizo? Más o menos así: una actriz a la que conoce hace tiempo -porque vive a sólo unas calles de distancia- presentó una gala de premios en televisión. Al cruzarse con ella a la mañana siguiente, le espetó: "Estabas muy nerviosa, ¿verdad?" Intimidada, ella contestó: "¿Se me notó?" Y el contraatacó: "¡Y cómo!". Una estrategia con grandes posibilidades de éxito. Nada de deshacerse en elogios o pedir un autógrafo. Más bien, acercarse de manera casual y de vez en cuando colar una crítica en tono amigable. Precisamente, para las mujeres conocer a una estrella femenina en la intimidad puede tener un efecto terapéutico. Kate Moss regresando con los ojos irritados de una noche de fiesta, o Helena Bonham Carter tirando botellas vacías a la basura un domingo por la mañana. La vecina desconocida comprobará con felicidad que estas mujeres no son tan despampanantes en la vida real.
Un mapa Hace un par de años se puso a la venta en eBay un mapa que incluye la localización de las casas de los famosos en Londres. El original plano incluye más de 50 casas de famosos en la capital británica, desde Jane Austen a Madonna, pasando por Jimi Hendrix o Jude Law. También recoge más de 50 localizaciones de películas famosas, como Notting Hill, El Código Da Vinci y varias del agente 007 y de Harry Potter. Y no acaba ahí, sino que por el mismo precio incluye más de 50 localizaciones importantes en el mundo de la música y más de 70 bares y pubs donde se reúnen las estrellas. Para encontrar a todos.