oviedo. El director neoyorquino Woody Allen, capaz de convertir la neurosis en la más potente de las armas cómicas, presentó ayer en Oviedo Conocerás al hombre de tus sueños, una nueva muestra de los males que emergen del bienestar en la que aparecen Naomi Watts, Antonio Banderas y Anthony Hopkins.

Pero aunque el sexo, la muerte y el psicoanálisis siempre hacen reconocible el cine del ganador del Óscar por Annie Hall, Allen se defendió en Oviedo asegurando que en su cine no hay autobiografía. "No tiene nada que ver con mi vida. Me encierro en una habitación y empiezo a inventar", reconoció y añadió que las películas estadounidenses de la última década se han hecho para ganar dinero, "sin ningún tipo de conciencia creativa", frente a un cine europeo "mucho más artístico".

Conocerás al hombre de tus sueños, cuyas actrices Lucy Punch y Gemma Jones también estuvieron en Asturias, sigue inscrita en el terreno de la comedia, ya que en palabras de Allen "la vida en sí misma es muy trágica. Hay momentos maravillosos pero al final no son tan buenos". Y, sin embargo, se le dibujó una sonrisa cuando durante la rueda de prensa recibió una llamada de su mujer, Soon Yi, y le devolvió un cariñoso "luego te llamo".

Aun así, la frustración sigue siendo el nexo entre todas sus criaturas cinematográficas, quienes viven entre galerías de arte, pisos de diseño y restaurantes de postín. ¿Por qué esa visión tan negra de la realidad?

El cineasta contribuye a forjar su fama de insatisfecho y pone pegas incluso a su fama. "La rosa púrpura de El Cairo, Maridos y mujeres o Balas sobre Broadway son mejores películas que Annie Hall o Manhattan, pero la gente recuerda esas películas y no están de acuerdo por alguna razón", se quejó.

Ahora, Allen presenta la ruptura de un matrimonio de la tercera edad: él, interpretado por Hopkins, quiere aprovechar lo que le queda de vida al lado de una explosiva prostituta, mientras ella, a quien da vida Gemma Jones, se refugia en el consuelo que le da una astróloga que le asegura que, efectivamente, "conocerá al hombre de sus sueños".

Como en Si la cosa funciona, en esta cinta vuelve a aparecer la diferencia de edad en el amor. "Por alguna razón es divertido ver a un viejo que se vuelve loco por una mujer joven, y triste ver a una mujer mayor con un hombre joven, aunque sí me interesa la idea. Se han hecho grandes películas sobre eso, especialmente las basadas en obras de Tennessee Williams, pero eran muy dramáticas", reconoció.

Entre medias, también hay tiempo para mostrar la crisis de la mediana edad en el personaje de Naomi Watts, quien lidia con un matrimonio con un escritor frustrado, interpretado por Josh Brolin, y fantasea con su jefe, un atractivo galerista a quien da vida Antonio Banderas.

"Durante una época, los mejores actores fueron los italianos. Ahora es el turno de los españoles y yo he trabajado con los mejores. Bardem, Penélope Cruz y Antonio Banderas. Son fáciles y brillantes", explicó.

Como siempre, cuando presenta un filme ya está casi acabando el siguiente, que ha rodado en París y que ha levantado un gran revuelo por contar con Carla Bruni.

"Un año es mucho tiempo y una película no cuesta más que unos meses. Otros directores como Bergman o Buñuel hacían incluso más de una en ese tiempo. Así que, si tengo el dinero, puedo seguir con este ritmo", explicó.

Precisamente, es el presupuesto el que ha "forzado" este exilio en Europa, incluso cuando los estelares repartos que agrupa bajan su caché para trabajar con quien diera papeles de Óscar a Penélope Cruz, Dianne Wiest, Michael Caine, Diane Keaton y Mira Sorvino.

"Hay muchos actores con talento y no tantos personajes buenos, así que cuando leen un buen guión no piensan en el dinero", explicó.