parís. En sólo 24 horas un millón de personas vio en internet el corto de animación Pixels de Patrick Jean, un director novel que dos semanas después volaba de París a Hollywood para negociar con las grandes productoras un presupuesto millonario con el que llevar su idea a la gran pantalla.

"No me lo esperaba. Para mí era una especie de prototipo para mostrar lo que era capaz de hacer, pero no esperaba conseguir tanto", explicó Jean, quien ultima los detalles con la compañía del actor Adam Sandler (Happy Madison) para desarrollar una superproducción de más de 20 millones de dólares (15,7 millones de euros).

El argumento es sencillo. Una pantalla de televisión abandonada en una acera de Nueva York explota y de su tubo catódico escapa una nube de pixels de colores que se transforman en los personajes de los videojuegos más populares de los años ochenta, convertidos en un clan dispuesto a arrasar la Gran Manzana.

En Pixels, Pac Man cobra vida para devorar las estaciones de metro de Nueva York como si la red del suburbano fuera un inmenso juego de comecocos, los marcianitos de Space Invaders desintegran los taxis amarillos en cubos geométricos, el simio Donkey Kong lanza barriles desde lo alto del Empire State y los bloques del Tetris desmantelan los rascacielos de Manhattan, hasta la total "pixelización" del mundo.

En dos minutos y medio, el cortometraje, con un presupuesto de menos de 10.000 euros, desarrolla una simpática trama inspirada en Tron, la película de ciencia ficción que llegó al cine en 1982 para contar la vida de un programador que se introduce en los circuitos informáticos, donde los videojuegos cobran vida. >efe