En 1994 comenzó a forjarse en Lekunberri la historia del que para la gran mayoría es el mejor grupo de Euskal Herria de los últimos años. Berri Txarrak nacía como un proyecto paralelo impulsado por Gorka Urbizu y Aitor Goikoetxea, quienes buscaron la compañía para esta aventura de Aitor Oreja y Mikel López. Estos dos últimos dejaron el proyecto en 2004 y 2008 respectivamente por razones bien parecidas: al fin y al cabo, la banda había alcanzando tal ritmo y carga de trabajo que les exigía renunciar a aspectos de su vida a los que no estaban dispuestos a decir adiós. Aún así, el cuarteto se reconvirtió en trío, perdiendo una de sus dos guitarras e incorporando al bajo a David González. Cambios que no se notaron en el estilo de la agrupación y que para nada influyeron en su repercusión dentro y fuera del Estado. Las cifras de ventas de su último disco, Payola, y los números de la consiguiente gira hablan a las claras de ello.
Las ya terminadas fiestas de La Blanca presentaban en su cartel un más que apetitoso reclamo para la noche del domingo en los Fueros, máxime después de que en la última visita de los Berri a la capital alavesa fuera un milagro conseguir una entrada. Como era de esperar, miles de personas se concentraron en la céntrica plaza gasteiztarra para disfrutar de la música del trío y eso que una fuerte tormenta amenazó con fastidiar los planes de más de uno. Pero el agua paró antes de la actuación y ésta fue todo un éxito.
Lo que nadie sabía en ese momento, salvo los propios músicos, es que ese recital estaba siendo diferente, singular, especial. Y es que Aitor Goikoetxea había decidido que el de Vitoria, después de 16 años, iba a ser su último concierto con la banda que él mismo cofundó. "Ha llegado el momento de emprender nuevos retos y caminos" ha dicho el batería en un comunicado, una pequeña nota en la que no se dan más razones pero en la que se señala que "jamás olvidare todo lo vivido durante estos años, ni las razones por las cuales empezamos todo esto allá por el verano de 1994. La música ha sido, es y seguirá siendo lo que me da aire en esta vida y por ello, tarde o temprano nos volveremos a encontrar por el camino. Gracias por todo lo que me habéis hecho vivir y sentir en este tiempo en Berri Txarrak".
Eso sí, el batería ya tiene sustituto. Será Galder Izagirre (Dut, Kuraia) el que a partir de ahora mismo compartirá camino con David y Gorka, el único componente original que queda en un grupo que también ha explicado, en otro comunicado, que "se cierra un ciclo y abrimos uno nuevo con toda la ilusión". Lo cierto es que, como anunció el propio Urbizu en este periódico hace unos días, a finales de año se editará un grandes éxitos de la mano de Gor y en 2011 verá la luz el próximo disco de los nuevos Berri.