Vitoria. Aprobado y, además, con una muy buena nota. De hecho, ha quedado el segundo de la clase. Sus resultados destacan más si cabe teniendo en cuenta que de 51 presentados al examen sólo ocho, incluyéndole a él, se han salvado de la quema. Así que el verano puede pasarlo tranquilo, aunque sin relajarse por completo ya que le quedan cosas por mejorar. Así se podrían resumir las conclusiones que para Artium tienen los resultados de un reciente informe estatal que ha analizado la transparencia de la información que los museos de bellas artes y arqueología de España ofrecen en sus páginas web, un elemento fundamental y más en tiempos de crisis económica, según los responsables del estudio.

Este análisis realizado por la Fundación Compromiso Empresarial ha puesto la lupa en diferentes categorías a la hora de valorar a cada uno de los espacios estudiados. Así, se han valorado aspectos que el público tiene que conocer, como la misión principal de cada uno, sus planes estratégicos, la gestión de sus fondos... así como la composición de sus estructuras directivas, órganos de gobierno, su flujo de visitantes y demás cuestiones.

La primera conclusión ha sido nefasta para la gran mayoría de los implicados puesto que los resultados señalan que casi todos ellos son o poco o nada claros en la información que suministran a través de Internet. De hecho, los únicos que pueden respirar con cierta tranquilidad son, además de Artium, el Teatre-Museu Dalí (Girona), el Museo del Prado, el Museo Reina Sofía (los dos de Madrid), el Museo Nacional Colegio de San Gregorio, el Patio Herreriano Museo de Arte Contemporáneo Español (ambos en Valladolid), el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (Pontevedra) y el Museo Oteiza (Navarra).

En el otro lado de la balanza se sitúa el resto, destacando espacios como el Guggenheim de Bilbao, el Thyssen-Bornemisza de Madrid o el Picasso de Barcelona. En este sentido, los responsables del informe han destacado que si bien la mayoría de centros han hecho un esfuerzo importante en los últimos años por poner en marcha o mejorar el diseño de sus páginas oficiales, eso no ha ido en paralelo a la información que sobre sus propias estructuras ofrecen. En este sentido, la fundación ha recordado que los museos gestionan un bien de la sociedad como es el arte y la cultura y, por lo tanto, están obligados a ser transparentes de cara a los ciudadanos, poniendo como ejemplo de este comportamiento lo que sucede en el mundo anglosajón.

De todas formas, Artium tiene aspectos que todavía debe resolver. Por ejemplo, sólo un centro de los estudiados tiene disponible su plan estratégico en su web y es el Prado. También, el Teatre-Museu Dalí es el único que ofrece datos de sus pérdidas y ganancias económicas así como una justificación de las mismas. Eso sí, ninguno incluye informes de auditores externos.

Con todo, el museo alavés puede sentirse más que satisfecho a tenor de estos datos, puntuaciones que vienen a ratificar el esfuerzo realizado por el centro de la calle Francia en la mejora de su presencia en el mundo virtual, pero también en la información que transmite a través de los nuevos canales de información on-line.

Un camino que ha llevado no hace casi nada a Artium a presentar la nueva versión de su página oficial, que ya está operativa, así como a consolidar su presencia en diferentes redes sociales tanto generalistas como especializadas. De todas formas, como señala el citado informe, el museo todavía puede ir creciendo en la calidad de su información.