Betibizi. Siempreviva. Es la flor que lucen en la solapa los dantzaris, y también el título del nuevo álbum que firman Xabier Amuriza y Leioa Kantika Korala, junto con el inagotable Kepa Junkera. "El título tiene un doble significado, -explica el bertsolari de Etxano- Por un lado es una referencia directa a la flor de los dantzaris, un homenaje a todos ellos, y por el otro una reivindicación de la danza, de su vitalidad y eternidad".
El disco, publicado por Hiri Records, tiene gran presencia coral, cuenta con la trikitixa de Junkera y se cimenta sobre antiguas coplas vizcaínas y clásicas melodías de danza que ha recopilado y ordenado Amuriza. Pero no suena como cabría esperar. El disco choca, y mucho. "La gente se puede sorprender", se sincera el músico de Rekalde. "Es un disco para disfrutar con un buen equipo de música". Y es que si algo caracteriza al gran grupo que se ha juntado en este proyecto -por muchos nombres que se citen siempre queda alguno en el tintero- es la obsesión por el trabajo bien hecho. "He sido muy meticuloso con esta grabación porque sé cómo trabaja Xabier y lo que le ha costado su parte y quería estar a la altura de las circunstancias", aclara el trikitilari.
Con un ejemplar en la mano, Amuriza se ríe por lo poco que ocupa el cedé en comparación con los libros en los que, hace ya unos diez años, aglutinó las coplas. "Tanto trabajo y tan poca presencia", bromean los dos, con mucha razón: los primeros pasos del proyecto los dieron "¡hace ya casi nueve años!", exclama Junkera.
La coyuntura del mercado discográfico, además, no es en absoluto boyante y, cómo explica el músico, "cada vez será más difícil hacer discos así. Son muchos años de trabajo". Pero la creatividad no puede dejar de romper barreras sin esperar que vengan tiempos mejores, como se demuestra en este caso en particular.
Innovar. Más allá de la triki y el pandero
Lo que más impacta en una primera escucha son los sonidos electrónicos de los que han echado mano los artistas. El álbum es la segunda parte de un proyecto que inició Amuriza hace más de una década, con la grabación del disco Bizkaiko kopla zaharrak, en el que participaron Tapia ta Leturia. En aquella ocasión el resultado fue más clásico: "El sonido de la triki de toda la vida con melodías y letras de siempre unidas", recuerda Xabier. Pero para esta segunda parte quería cambiar de registro -ahí se encuadra la idea de mezclar melodías de danza con otro tipo de coplas- y quien sería su compañero de viaje, Kepa Junkera, también buscaba nuevas atmósferas. "A mí siempre me ha llamado tocar diferente", se sincera Junkera. "No tocar siempre la triki con el pandero".
Se juntaron el hambre y las ganas de comer. Dos innovadores natos, rompedores, cada cual en su terreno. Xabier revolucionó el bertsolarismo haciendo ver que no era un privilegio de superdotados y Kepa hizo lo propio al llevar la trikitixa a disputarse el mercado, y en muchas ocasiones llevarse el gato al agua, con el pop masivo de las radio fórmulas. Sobre sus impulsos innovadores Amuriza cree que "hay que ser atrevido". "Además, en el momento no te das cuenta de la repercusión que tendrán esos cambios a posteriori. Quizás estemos mirando demasiado hacia el futuro...".
Kepa Junkera, a pesar de buscar siempre nuevas vías para ese fuelle infernal -como hizo llamar a la triki en su primer disco-, se sigue emocionando de manera especial con el sonido más clásico de la trikitixa: "Fasio, Epelde, León Bilbao... eran personajes con un carisma especial y cuando escucho esos sonidos se me remueve algo por dentro". Pero en esta ocasión, además de las innovaciones propuestas por Xabier y las bases electrónicas, el de Rekalde "quería hacer cosas nuevas con los coros". Y ahí es donde entra Basilio Astulez, director de Leioa Kantika Korala, "un hombre que hace un trabajo impresionante", en opinión de Junkera. Era un gran reto para una coral porque, para empezar, suponía grabar por separado y en un mismo micrófono los altos, los graves... Pero el resultado final ha sido impecable. "Es ilusionante ver a un grupo de chicas tan jóvenes y tan serias con ganas de hacer cosas nuevas", dice Junkera.
Este tipo de proyectos "estimulan la imaginación y la inspiración y te hacen disfrutar", cuenta el rekaldetarra mirando el disco con orgullo. "Y eso es básico", apostilla. Los dos artistas coinciden en agregar que sentimentalmente haber terminado el trabajo "es un orgullo". A lo que Kepa añade que Betibizi "es un disco que arroja aire fresco". Novedoso e innovador. Algo sobre lo que el mismo Amuriza recapacita en el prólogo del álbum: "El efecto ha sido fascinante. ¿Se amortiguará dicho efecto por la conversión de la novedad en costumbre?". No será así. Qué continúen abriendo nuevas sendas, aunque la coyuntura parezca adversa.