Desde abril de 2007 Sara es la encargada de dirigir el destino de este establecimiento con título de canción ligera. Tras más de tres años de actividad, Querida María se postula como uno de los referentes gastronómicos, y de la hostelería diurna, de el casco medieval.
En época de crisis, de lo primero que quiere saber el gasteiztarra medio es el precio por el que comeremos en Querida María.
Hay varias opciones. Por carta se puede comer por entre treinta y cuarenta euros, dependiendo del vino. También existen menús para el día, entre semana, por 17 más IVA. Para las noches y los fines de semana hay un par de propuestas, una por 25 y otra algo más clásica, pero con productos de calidad, que cuesta treinta euros.
Se que tienen una amplia carta de vinos.
Así es. Para el aperitivo tenemos Txakoli Xarmant (Amurrio) y Etxaniz (Getaria) entre otros. En cuestión de tintos hay muchas denominaciones. Te podría recomendar Les Terrasses, del Priorato; Finca Resalso, un vino de año del estilo del famoso R Punto; La nieta, un Rioja de Bodegas Eguren; Imperial, de Cune; Remírez de Ganuza...
Creo que además han organizado alguna reunión cuasimultitudinaria.
Sí, a veces organizamos estas reuniones. El año pasado hicimos una gastroquedada. Reunimos a cuarenta personas, de todo tipo, en una mesa. El menú sale barato por los proveedores y fue divertidísimo. Este año repetiremos.
Por último, nómbreme alguno de sus pintxos.
Por ejemplo, lámina de bacalao al ajoarriero, con txangurro y pil-pil de calabaza, o tomates rellenos de cebolla confitada, ali-oli de cebollino y bonito marinado.