Llegará el festival y ya se verá qué pasa, pero a tenor del cartel confeccionado, de la venta de abonos, de los comentarios de la gente, ¿con qué sensaciones afronta esta novena edición del Azkena Rock?
La verdad es que las sensaciones son muy buenas. Para mí, creo que hemos podido hacer el cartel, probablemente, más redondo de todas las ediciones. Es uno de los que más me gusta. Eso también está teniendo un buen reflejo en ventas, que van muy bien. El evento, la marca, tiene ya muy buena acogida también fuera y sigue creciendo. Con el ARF seguimos avanzando hacia adelante y eso es positivo y siempre es importante para nosotros y más en los tiempos que corren.
El año pasado, de septiembre a mayo; y ahora cambiamos otra vez para celebrar el certamen en junio. ¿El cambio de fechas tiene en realidad su reflejo en los resultados o es un detalle sin mayor importancia?
Hombre, cuando dimos el paso de trasladar el certamen a mayo fue una decisión que veníamos meditando desde tiempo atrás. Fue una decisión muy pensada pero necesaria para asegurar el crecimiento del Azkena. La experiencia del año pasado fue bastante buena. Pero vimos que atrasando el festival un poquito más podíamos tener un mejor clima, con días algo más largos y que eso iba a ser positivo para Vitoria, donde las noches son frescas y en mayo los riesgos de lluvia son más elevados. Con este traslado a junio estamos muy contentos y creemos que va a ser donde se quede definitivamente el festival.
Con lo que ha caído estos días tanto aquí como en todo el País Vasco, lo de asegurarse una climatología benigna parece complicado.
Ya hemos aprendido a convivir con eso. De todas formas, yo soy de los que suelo consultar las previsiones en Internet muy a menudo cada vez que viene el Azkena y las previsiones parece que son buenas. Espero que la suerte nos acompañe. Hombre, el festival ya ha demostrado que puede salir adelante con un clima un poco feo.
Anécdotas climatológicas a un lado, es evidente que, a nivel mediático, la mera presencia de Kiss y Dylan es un gancho más que importante para poder atraer al público de fuera, ¿no?
Por eso te decía que creo que hemos conseguido un cartel muy redondo. Tenemos dos cabezas de cartel que son dos nombres esenciales en la historia del rock. Estamos hablando de artistas que llevan 40 años en la música y más tiempo incluso y que tenían cita obligada en el Azkena. Para nosotros es un gran honor poder contar con ellos, es como cuando dices: "objetivo cumplido".
Y con todo, en lo que coincide la mayor parte de la gente es que, con el cartel en la mano, la jornada del jueves es la mejor de todas las realizadas hasta la fecha.
Sí. Es que, y eso es una tradición de este festival y algo que comparte la gran mayoría de nuestro público, lo importante del Azkena no es lo que se ve sino lo que parece que está oculto, ésas, en teoría, pequeñas bandas que vienen haciendo muy buenos discos en los últimos años y que se enmarcan en lo que se llama underground. Grupos que cuando pasan por Vitoria y lo hacen bien consiguen buenas giras por el Estado, abren una puerta importante para ellos. Y sí, el jueves ha quedado un cartel buenísimo. Hay bandas que en los últimos años han destacado, y mucho, cada uno dentro de su género. Igual ese día no hay un cabeza de cartel tan claro y contundente como Kiss y Dylan pero sí hay una jornada exquisita.
¿Este año no habrá ningún Bad Brains que en el último momento deje colgado al certamen, verdad?
Esperemos que no. Trabajamos para ello. Ha habido muchas ediciones en las que no ha habido ningún tipo de percance de este tipo, pero siempre te pueden pasar este tipo de cosas que te rompen los planes y te fastidian las previsiones. Pero, por el momento, te puedo asegurar que a día de hoy todo va en orden. Y que dure...
Antes mencionaba que uno de los rituales de este certamen siempre es descubrir a esas bandas que pueden ser toda una sorpresa. A su juicio, ¿cuáles pueden ser las de esta novena edición?
Para mí, uno de los grupos que mejor sabor de boca va a dejar o más va a sorprender va a ser The Hold Steady. Es la primera vez que vienen al Estado y creo que son una de las mejores bandas del momento, un combo que hace un rock tradicional americano. Me parece que son buenísimos. Todo lo que hacen me parece grandísimo. Y luego hay otras formaciones como Kitty, Daisy y Lewis, que hacen una música muy básica pero que tiene un encanto especial. Luego, hay un artista que toca el viernes, Teddy Thompson, que es uno de los músicos que más me ha sorprendido en los últimos cinco o seis años. Es un artista que tiene mucho brillo y que en el futuro va a tener mucho que decir en la escena internacional. Tampoco me quiero olvidar de la nueva banda de Nick Royale. Todo lo que hace este hombre tiene algo especial y, además, posee una visión de la música muy cercana a la mía. Sabe impregnar cada cosa que hace de un brillo diferente e Imperial State Electric puede gustar a todos los seguidores del rock escandinavo.
Y luego están los nombres que no pueden fallar...
Hombre, evidentemente las vacas sagradas van a funcionar muy bien. Kiss siempre sorprenden haciendo un fantástico show. Es uno de los espectáculos más potentes del mundo de la música. Y Dylan... Bueno, hay mucha gente que dice: "es que ya tiene 70 y pico" y esas cosas. Pero yo creo que es un tipo que siempre cumple. Con la de años que lleva girando por el mundo sabe hacer un show. Unas veces serán mejores y otras peores, pero siempre maneja un nivel medio bastante interesante. Y ahí está Chris Isaak, que es alguien al que llevábamos tiempo persiguiendo y al final hemos conseguido que venga. Este año hay muchas cosas y muy variadas, que es el esquema que queremos desarrollar todos los años.
Entre los aficionados ha sorprendido, ahora que habla de Dylan, el tiempo, para algunos, tan corto que va a tener para tocar.
Puede. Realmente, para Dylan una hora y 20 minutos dentro de un festival no me parece que sea escaso. Yo prefiero un Dylan con una hora y 20 muy buenos que un Dylan de dos horas en un show que por su edad y su capacidad quede de aquella manera. De todas formas, sí te diré que el Azkena es un festival en el que la mayoría de las veces los horarios se ponen en base a las necesidades del propio artista. Son ellos los que nos dicen cuánto tiempo quieren tocar. Y máxime cuando estás hablando de un cabeza de cartel. Un artista como Dylan o Kiss es el que te dice cuánto quieren para tocar.
Pero no todo será en Mendizabala. Por segundo año se celebrarán los conciertos en la Virgen Blanca y eso quiere decir que la experiencia de hace un año fue buena.
Muy buena. Logramos acercar el festival a la ciudad y lo hicimos con unos resultados bastante notables. Hubo mucha gente, buenos shows. Fue algo diferente, algo como más espontáneo, una experiencia muy positiva para nosotros.
Antes hablábamos del tiempo y eso es una incógnita pero lo que sí parece seguro es que el ARF se va a encontrar con una huelga de hostelería. ¿Le preocupa?
Hombre, ese tipo de situaciones siempre complica las cosas. Son imponderables. Yo tengo un enorme respeto por los derechos laborales y por el derecho a manifestación de todo el mundo. Creo en ello y lo respeto. Pero sí creo que puede ser algo que afecte a esta edición, a la imagen que se lleve la gente y al futuro. Siempre se eligen hacer las manifestaciones en puntos en los que se puede hacer más daño pero muchas veces no sólo haces daño a ese gobierno al que te quieres dirigir o a esa patronal con la que tienes un conflicto. También puedes ir en contra de los eventos como el ARF y de su futuro.
Pasará lo que sea pero cuando llegue el domingo 27 y todo haya terminado, ¿qué es lo que tiene que suceder sí o sí para que Alfonso Santiago diga: objetivo cumplido?
Me conformo con que todos los artistas suban al escenario, den buenos conciertos y que todo el público vuelva a casa contento y feliz de haber estado en Vitoria y de haber disfrutado una vez más de su dosis de rock and roll. Éste es un festival al que muchísimas personas le tienen un cariño especial. Lo importante es que el Azkena siga la línea positiva en la que está. Eso nos va a permitir seguir desarrollándolo. Con eso, ya está.
De todas formas, hay muchos de esos fieles que son bastante cañeros, por así decirlo, con el macroencuentro. Cuando no son los horarios, son que las entradas de día no van con pulsera... Es un público que a la organización le suele zumbar.
Sí, pero a mí me gusta la gente con criterio. Quiero público que se queje y lo haga con criterio. Prefiero a ese público que trata de aportar su idea para que el evento crezca, que vaya a más, donde él se sienta más cómodo. Muchas veces hay cosas que desde la organización no vemos y nos damos cuenta de ellas porque la gente nos lo dice. Eso me parece bien. Siempre que se hagan críticas razonadas, con base y fundamento es bueno. Ese tipo de público es imprescindible, porque sabe aportar su granito de arena. Y tenemos a esa gente. Nosotros contamos con personas que nos han hecho crecer. Lo que pasa es que siempre hay algunas voces, tal vez, menos respetuosas. Pero esa no es la tónica general.
Lo digo porque no sé si es usted consumidor habitual del foro oficial del Azkena.
Sí. Soy consumidor. Claro que a veces veo cosas que no me gustan, pero es que a mí no me preocupa eso, lo que no me gusta es cuando se pasa a la descalificación directa, pura y dura. Eso no me aporta nada, ni a mí ni al festival. Ya te digo que la crítica me parece maravillosa. De hecho, somos muy seguidores del foro y tratamos de recoger lo mejor que se aporta en él. Ahí hay mucha gente muy válida que durante muchos años ha ayudado a que el festival sea lo que es.
Last Tour termina el Azkena y casi al día siguiente se mete en el concierto de AC/DC en San Mamés para después organizar el BBK Live en Bilbao y los mismos días el Sonisphere en Getafe, donde van a realizar otro festival más. ¿Y cómo se hace todo eso al mismo tiempo, mientras se lleva a artistas como Fito?
Hombre, con un gran equipo. Creo que en este momento somos la empresa en España más amplia de nuestro sector. Yo soy el que suelo dar la cara pero al lado mío están mis socios Javi y Polako. Y los tres dirigimos un equipo compuesto por mucha gente que hace un grandísimo trabajo. Durante estos últimos años hemos ido creciendo y avanzando con seguridad. Mientras nos dé, seguiremos así. Evidentemente somos una empresa que trabaja por obtener unos rendimientos. Pero más allá de eso, lo que intentamos es aportar música, cultura, ocio, gratificaciones a la gente. Y eso nos enorgullece.
¿Qué da más quebraderos de cabeza: montar un festival al que ya se le tiene tomado el pulso o meterse en la producción de un gran espectáculo como el de AC/DC?
Las dos cosas son muy complicadas, pero también son procesos de trabajo diferentes. En el caso de un evento puntual como puede ser AC/DC son citas que duran un día, pasan y se han ido. Es muy complicado contratar a esta banda y tremendamente difícil hacer la producción, pero con un buen equipo de trabajo no deja de ser un trámite ocasional. Sin embargo, un festival es diferente. El día que lo terminas no se acaba algo, empieza la siguiente edición. Por ejemplo, el día 27 acabará el Azkena Rock pero para nosotros habrá empezado el ARF del décimo aniversario. Es un trabajo continuo. Desde mi punto de vista es más importante generar eventos propios que el hacer conciertos puntuales con un nombre.
Con ese décimo aniversario a la vista ya se han puesto a hacer determinadas cosas como el documental dirigido por Juanma Bajo Ulloa.
Tenemos una barbaridad de ideas y proyectos muy interesantes. Y estamos trabajando en el desarrollo de esas iniciativas. Aunque también te tengo que decir que estamos un poco preocupados porque un décimo aniversario, si queremos celebrarlo a lo grande, nos supone un mayor coste. Y en ese capítulo estamos un poco preocupados como te decía porque hay que ver cómo financiarlo, cómo poder celebrar los 10 años del ARF con algo que esté a la altura. Pero ya te digo que por ideas no va a ser. Tenemos algunas cosas entre manos que pueden ser brillantes, que hagan que el festival dé un paso de gigante.
Lo que pasa es que lo de buscar dinero en estos tiempos parece más que complicado...
Sí. Cuando tú le explicas a alguien que lo que tratas es hacer de esa efeméride algo muy importante que garantice que las próximas ediciones sean mucho más fáciles de llevar y con mejores resultados, a veces te encuentras con gente que te dice que hay que recortar, que los tiempos no están para esto. Por eso estamos preocupados, porque igual nuestra mentalidad de seguir desarrollando el ARF no la comparte tanta gente. Pero bueno, vamos a seguir trabajando y esperemos que la mayor parte de las ideas que tenemos puedan ver la luz el año que viene.