Sólo hay una condición indispensable para que un espectáculo de calle pueda desarrollarse. Pero es tan indispensable, que una gota de lluvia se convierte en una suerte de lágrima de ácido sulfúrico que todo lo arrasa a su paso. El aperitivo de KaldeArte no fue precisamente un pincho deshidratado. Llovió sobre mojado en las inmediaciones del kiosco de La Florida, que parecía -con su artesonada cubierta- un mal chiste... Y a destiempo.

No faltó el pulso con la meteorología, eterna lucha del ser humano contra la inclemencia. Cuando las nubes de tormenta parecen sólo un recuerdo, se invocan con danzas y estrategias pseudocientíficas, pero en la capital del santo meón, que luce un icono festivo ¡con paraguas!, la cortina del chubasco se desliza cuando le viene en gana. Y ayer le tocó a la compañía andaluza Producciones Imperdibles.

Tras mantener el escenario bajo una lona, al descubrirlo unas gotas salpicaron su metralla. Y los técnicos hincaron rodilla en tabla para tratar de absorber el charco. Todo parecía a punto. Y el capricho volvió a acariciar a las nubes. Llovía sobre mojado. Suspendido.

Y la cosa prometía. Como en un cine de verano, las tumbonas esperaban a los espectadores -la consejera Blanca Urgell y la concejala Maite Berrocal entrelazando su ramo-, con un cielo de cristal sobre ellas. Porque, en La mirada transparente, el espectador no encara el proscenio. Lo tiene sobre él. Un singular punto de vista que tiene en su perspectiva un a priori atractivo, que tratará de volver a retar a la isobara hoy, mañana y pasadomañana, en doble sesión (20.00 y 22.30 horas).

En paralelo, la ciudad construirá hoy sobre sus calles diversos palcos efímeros. Cuando las agujas bailen en vertical, la plaza Nueva y Villa Suso sincronizarán sus escenas. En el ágora más cuadrada, la compañía catalana A Tempo Circ (18.00 y 21.00) propondrá dos funciones de 45 minutos plagadas de coreografías enérgicas y circo contemporáneo de alto nivel. En el palacio (18.00 en euskera, 19.30 en castellano), los gasteiztarras Panta Rhei recorrerán once rincones de cuento con un gran guiñol trotamundos, el de la pieza Ipuin txotxongiloak.

Y a las 23.00, en Mendizabala, gran espectáculo inaugural, a cargo de los galos Les Commandos Percu. Fuegos artificiales musicales es lo que promete Le concert de feu. Percusión y fuego en el corazón del público, abriéndose paso entre él, jugando al compás de la calle, que hoy volverá a retar al cielo con una hipnosis de pasos de baile.