madrid. Un ciego inválido, unos padres impedidos que viven en cubos de basura y un siervo que no puede sentarse, eso es Fin de partida, el primer Beckett que dirige Krystian Lupa gracias al empeño de José Luis Gómez que cree que el polaco ha descubierto con esa "cosa atroz" una nueva dimensión teatral. Gómez, director de La Abadía, donde se estrenó anoche, ha confiado a Lupa esta obra escrita entre 1954 y 1956, después de que los hombres comprendieran, tras la II Guerra Mundial, que "el mal se había instalado" entre ellos. La obra es, según Lupa, "mucho más que el texto", del que no ha querido hablar para centrarse en sus "silencios". Foto: efe
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