madrid. El escritor chileno Hernán Rivera Letelier ganó ayer, con El arte de la resurrección, el Premio Alfaguara de Novela, que está dotado con 175.000 dólares (unos 129.200 euros) y está considerado uno de los de mayor prestigio del ámbito hispánico. La novela está ambientada en el desierto chileno, en las primeras décadas del siglo XX, y narra las andanzas de un iluminado, el Cristo de Elqui.
El fallo del premio lo hizo público Manuel Vicent, presidente de un jurado que valoró el "aliento y la fuerza narrativa" que contiene la novela, así como "la creación de una geografía personal a través del humor, el surrealismo y la tragedia". Poeta, cuentista y, sobre todo, novelista, Rivera Letelier (Talca, 1950) es uno de los escritores de mayor éxito de su país. Ha publicado, entre otras novelas, La reina Isabel cantaba rancheras, Himno del ángel parado en una pata, Fatamorgana de amor con banda de música, El fantasista, Mi nombre es Malarrosa y La contadora de películas. Antes que escritor, Rivera Letelier fue minero en las salitreras del desierto chileno de Atacama, "el más cabrón del mundo", como él suele decir, y en ese escenario ha situado varias de sus novelas. De joven, era el único minero que utilizaba la biblioteca de su pueblo. Comenzó a escribir a los 21 años, literalmente "por hambre", según él ha contado en más de una ocasión. A esa edad salió por primera vez del desierto y comenzó a recorrer su país.
"Yo no puedo escribir sobre otra cosa, porque el desierto soy yo", aseguraba ayer Rivera Letelier desde Chile, tras saber que había ganado este galardón con una novela ambientada en las primeras décadas del siglo XX y protagonizada por el Cristo de Elqui, un vagabundo que se cree la reencarnación de Cristo y que predica por los territorios de las salitreras chilenas. Según contó, su primera impresión fue de "incredulidad" cuando Manuel Vicent le comunicó que su novela había resultado elegida entre los 539 originales presentados al Premio. "Me pareció casi un milagro de mi Cristo, el protagonista de la novela", añadía el ganador, que se ha inspirado en un personaje real, Domingo Zárate Vera, un iluminado que desde los 33 años se dedicaba a predicar.