"En Bilbao-New York-Bilbao no me interesaba situar la acción en tal o cual lugar. No es una novela situada en Bilbao o en Nueva York. Ni siquiera en un territorio mítico", escribió Kirmen Uribe, sobre su última novela, en los Cuadernos Hispanoamericanos. Lo importante en la novela es el movimiento, "que es lo que nos caracteriza. Y es que la vida es movimiento, y lo mismo la memoria".

Bilbao-New York-Bilbao (edición en castellano, Seix Barral, 2010) es un viaje físico y vital pero, sobre todo, es un viaje interno: "Este libro está escrito mirando mucho hacia adentro. Hay momentos en la novela que, contarlos, ha sido muy duro para mí y para mi familia. Y cuando los vuelvo a leer, aún sufro. Sin embargo, el último capítulo es muy luminoso. Quería acabar así, con un momento de luz y esperanza".

Kirmen es un caracol

"Me dice un amigo que ya no sonrío tanto"

Escribió el subcomandante Marcos, desde Chiapas: "Dicen que dicen que decían, que el caracol representa el entrarse al corazón, que así le decían los más primeros al conocimiento. Y dicen que dicen que decían, que el caracol también representa el salir del corazón para andar el mundo, que así llamaron los primeros a la vida".

No tiene importancia dónde hablar con Kirmen, no interesa situar la conversación en tal o cual lugar. Siguiendo la espiral del caracol, se entra, de fuera adentro, hasta el alma de este bígaro -caracol marino- ondarrutarra que, por culpa de algunas críticas excesivas, destructivas e injustas "este año me he vuelto mucho más duro". "Un amigo me decía que ya no salgo sonriente en las fotos, que salgo mucho más serio. Yo intento seguir siendo esa persona optimista y alegre que he sido siempre". La sonrisa dibujada en la cara es su característica principal desde el momento en que te recibe y hasta el que se despide.

Sin embargo, es cierto que el éxito le ha endurecido. Más bien, los tortazos del éxito. Da la sensación de que haya creado un caparazón a su alrededor, para cubrirse de las palabras con veneno. Como la concha de un bígaro.

La permeabilidad, a pesar de todo, es esencial en un escritor. Y Kirmen no quiere perder la capacidad de absorber la realidad en beneficio de una coraza. Un escritor y un poeta es como una esponja que se empapa de las vivencias cotidianas y las convierte en literatura.

A veces son historias alegres, otras veces tristes; oscuras o luminosas. "Quería acabar el libro con un momento de luz y esperanza", ha dicho. "Esperanza para nuestro pueblo, que la necesita".

Las polémicas creadas a su alrededor tienen que ver con la obtención del Premio Nacional de Narrativa 2009, por esta novela que presenta en castellano el próximo martes. También, quizás, porque Kirmen no quiere crearse un personaje de cara al público: "Yo quería ser Kirmen Uribe siempre, por eso trato de matizar todo en las entrevistas y procuraré seguir haciéndolo". Pero es muy difícil que todo el mundo le vea de la misma manera y, además, gustar a todos: "Eso es imposible y se acerca mucho a la dictadura", sentencia.

Melodía universal

"No sólo la poesía tiene música"

Nadie es profeta en su tierra, pero tampoco son todo envidias. Muchos euskaldunberris disfrutan, de forma especial, escuchando y leyendo a Kirmen Uribe en euskera. "Porque escribe muy claro y habla despacio", suelen decir. "Eso me alegra muchísimo", se sincera el aludido. "Para mí es muy importante que el territorio del euskera se vaya ampliando y que el euskera no esté vinculado a la sangre, a una tradición familiar de linaje. El euskera debe ser una cosa natural". "Es importante que el autor viva una experiencia creativa global", en palabras de Kirmen. "Yo soy vasco pero escribo desde aquí para el mundo, para cualquier lector del mundo. Esa manera de escribir es fundamental".

Estas proclamas de universalidad vienen dadas por un temor que tuvo el escritor tras finalizar la novela: "¿Habré escrito algo demasiado localista?". Hablar de Aurelio Arteta, Ricardo Bastida, Txomin Agirre, Axular... podía resultar poco global, "pero luego me di cuenta de que no". "Lo importante es la vivencia que se cuenta en el libro, luego esas experiencias se repiten en cualquier parte del mundo".

Orhan Pamuk aparece en la conversación en forma de Estambul: Ciudad y recuerdos, la última novela que escribió antes de ganar el Nobel de Literatura. "Al leer Estambul..., donde desgraciadamente no he estado, recorro la ciudad y aprendo de gente que vivió allí, de artistas y de escritores. Y es lo que más me gusta del libro, que Pamuk habla de escritores que la mayor parte de la cultura occidental no conoce pero, aun así, no aburre". Estambul no es demasiado localista, tampoco lo es Bilbao-New York-Bilbao.

El mar puso a los vascos en el mundo, une Bilbao con Nueva York y Ondarroa con Estambul. Es el mar, también, el nexo entre Bar Puerto -su primer proyecto literario, ideado en 1999 y publicado en 2001- y su última novela.

El mar, los bígaros y sus sonidos. Bilbao-New York-Bilbao también tiene su melodía: "Puede ser Bach, Norah Jones, Tom Waits o Guridi". "Todos los libros tienen música y cadencia, no sólo la poesía. Este libro, por ejemplo, tiene muchísimo ritmo, con frases cortas, encadenadas; un elemento de la frase anterior se repite en la siguiente".

Son conocidas las variaciones de Bach: como empieza con una base que, a medida que avanza la pieza, se va modificando. "La novela también está escrita de esa manera. El comienzo da el tono de lo que va a ser; lo de las escamas y los anillos del árbol... Bach tiene una manera de componer que luego salió en el libro: esa manera de ir variando y repitiendo. De hecho, considero que, el libro, ante todo, es estructura".

Universal es la música y también los es Kirmen, gracias a la literatura, pero no por universal es desarraigado: "Ondarroa es el lugar al que siempre vuelves. Es el punto de partida y el de llegada. Me contaba mi padre que, cuando eran chavales, se metían entre las redes de los barcos para ir a la mar; se escondían, cuando aun no podían ir. Yo creo que ese espíritu todavía está ahí, yo también siempre he querido salir, conocer la mar, y lo que hay al otro lado. Tal vez por eso me haya ido a Nueva York. Aunque luego siempre vuelva".

l Fecha de nacimiento. 5-X-1970

l Lugar de nacimiento. Ondarroa.

l Familia. Vive en Ondarroa con su mujer, Nerea, y su hijo. En la novela cuenta que, éste, es de una relación anterior de su pareja y que le conoció con trece años.

l Carrera profesional. Estudió Filología Vasca en Gasteiz y, más tarde, realizó un postrado sobre Literatura comparada en Trento (Italia). Allí decidió dar el salto profesional en la escritura, con el proyecto Bar Puerto. Pero antes que éste, vio la luz su primer libro de poemas, Bitartean heldu eskutik, aclamado por público y crítica. Tras varias novelas infantiles y disco-libros, publicó su primera novela en 2008, Bilbao-New York-Bilbao, galardonada con el Premio Nacional de Narrativa 2009. Este próximo martes, día 16, la publicará en castellano la editorial catalana Seix Barral.

l ¿Ante qué eres intolerante? Ante la intolerancia.

l ¿Cuál es el rasgo principal de tu carácter? Dicen que la sonrisa.

l Un defecto que no puedes dominar: Sorber la sopa y el café.

l ¿Cuál es tu palabra favorita? Más que una palabra una frase: Maite zaitut (Te quiero).

l ¿Por quién te cambiarías? Por nadie, soy feliz siendo quien soy.

l Música favorita: Gari, por ejemplo.

l Película favorita: La cinta blanca, de Michael Haneke.

l ¿Alguna obra de arte te parece insuperable? La de Bach y la de Miguel Ángel. Pero también tienen fallos, ¡eh!

l ¿Qué crees aportar profesionalmente? (Tras mucho pensar y mover cabeza) Creo que soy sincero, no sé.