berlín. El actor francés Gérard Depardieu y su alter ego, el jubilado, orondo y algo destartalado personaje que encarna en Mammuth se ganaron ayer a la prensa en la Berlinale, con una mezcla a caballo entre lo entrañable y lo esperpéntico, con un deje de nostalgia.
"Éste es el personaje con el que siento más identificado de toda mi carrera. No tenía que hacer nada, sólo ser. Me parezco al personaje en que soy un vagabundo, no tengo ambiciones, no quiero poseer. Soy un espectador de la vida", afirmó Depardieu. Su personaje, apodado Mammuth, se embarca en un viaje al pasado, montado sobre su antigua motocicleta, en busca de los documentos legales que le permitan cobrar su pensión de vejez. "Yo tampoco tengo grandes planes, como él, me da lo mismo ser que no ser actor. Pero es maravilloso poder trabajar con amigos, sobre todo cuando estamos todos sobrios", bromeó.
Las similitudes con su personaje incluyen incluso el vestuario. Preguntado sobre por qué al final de la cinta Mammuth lleva "vestidos de señora", Dépardieu respondió que se trata de sus propias túnicas africanas, que viste a menudo "porque dejan pasar el aire" y "son muy cómodas". Pese a las semejanzas, el intérprete galo admitió que tiene "más suerte" que su alter ego cinematográfico, puesto que su trabajo le permite "ganar mucho dinero", pero también le obliga a rodearse "de demasiada estupidez".
La cinta francesa, dirigida al alimón por Benoit Delépine y Gustav de Kervern, y que tiene a Yoland Moureu y a Miss Ming en el reparto, está dedicada a Guillaume, en homenaje al hijo de Depardieu, fallecido por neumonía en 2008. "Yo estas cosas prefiero guardármelas para mí", explicó el actor, para añadir que la dedicatoria fue idea de los directores, amigos de su hijo. De Kervern apuntó que la cinta es "absolutamente libre" y como, tal, debía ser dedicada a Guillaume porque "él personificaba esa libertad total". Délepine explicó que la idea de la película surgió de un encuentro de apenas una hora con Depardieu, de 61 años. "Dos meses después ya teníamos un guión", indicó.
fipresci La cinta francesa cerró la competición oficial por el Oso de Oro junto con lo nuevo de Michael Winterbottom, The killer inside me, una historia negra protagonizada por Casey Affleck, Kate Hudson y Jessica Alba, que no acudieron a Berlín. La película fue recibida de manera desigual, con discretos aplausos y algunos abucheos.
Quien sí puede decir que ya ha triunfado en la Berlinale de este año es el colombiano Óscar Ruiz de Navia, que ganó el premio Fipresci de la crítica internacional por su ópera prima, El vuelco del cangrejo, exhibida en la sección Fórum.