madrid. John Berger, uno de los historiadores del Arte más influyentes, recogió ayer el Premio a la carrera que otorga la Fundación Amigos del Museo del Prado, una pinacoteca "absolutamente excepcional", dijo a Efe en una entrevista. Berger estaba ayer, en el Auditorio del museo, ensayando junto con su hija Katya una primicia: Lying down to sleep (Echarse a dormir), una obra teatral que estrenarán los dos en una única función durante la ceremonia de entrega del galardón.

Se trata de una actuación que trata el paso del tiempo, el recuerdo y el olvido ante un decorado que reproduce casi a escala la Cámara de los esposos, de Andrea Mantegna. Con un texto que ha sido escrito a cuatro manos por Berger y su hija y que ha sido publicado como John Berger por la Fundación Amigos del Museo del Prado en una tirada bilingüe -castellano e inglés- de 2.000 ejemplares.

La relación de John Berger (Londres, 1926) con el Museo del Prado viene de antiguo. Afirmó no conocer otro museo como El Prado en Europa. En su opinión, la pinacoteca madrileña es más relevante que el Museo de Louvre y que la National Gallery de Londres porque "no hay otro museo -detalló- que represente tan bien a pintores de manera individual".

"No sólo Velázquez; tienes Goya, una fabulosa colección de (obras de) otras naciones: de los flamencos, de Rubens... ¡Es increíble!", agregó.

Y en domingo, cuando la entrada para visitar El Prado es gratis, se tiene la sensación de que un montón de gente de las calles de Madrid va al museo. Ayer "era -afirmó- como estar caminando en una calle de Madrid. Y eso ¡es fantástico!".

Además alberga "una de las más misteriosas pinturas en el mundo": el óleo Cristo muerto sostenido por un ángel, del siciliano Antonello da Messina (1430-1479).

Por lo que "si tuviese que elegir una pintura del arte europeo escogería esa pintura", dijo Berger, quien mostró también debilidad por los lienzos de Velázquez en los que representa a los enanos de varias cortes.

Así como su pasión por Tiziano. Sobre ese pintor italiano publicó dos textos en colaboración con su hija Katya: Tiziano. Ninfa y pastor (1999) y "con unas cartas entre padre e hija" el ensayo Tiziano. Una conversación triangular sobre la carne ... y los perfiles (2005).

Por su parte este maestro de la Historia del Arte que ha escrito decenas de artículos y libros que resisten al paso del tiempo como Ways of seeing (Modos de ver, Gustavo Gili, 1974), recomendó que "el camino para aprender es simplemente mirar" y "estar mucho tiempo, todo el que quieras, para ver todo" en una obra.

"No es algo que tienes exactamente que aprender". "La pintura es sobre el silencio; y a la gente no le gusta el silencio, y no tiene tiempo suficiente", agregó.

"Mi consejo es que tienes que ir, mirar lo que te guste, confiar en tus sentimientos, y recuerda que tus sentimientos pueden cambiar... y tiempo...".