madrid. Su repleta agenda de trabajo, que incluye a Woody Allen, Broadway, Dalí y Steven Soderbergh, evidencia el saber hacer de Antonio Banderas, quien controla a la perfección los entresijos de Hollywood: "Tras 20 años en una industria tan difícil, ahora mismo me desenvuelvo sin ansiedades", asegura el actor malagueño en una entrevista.
Es el mejor embajador posible del cine español, trabajador incansable y agradecido que ha sabido adaptarse a la idiosincrasia de la industria estadounidense.
El suyo ha sido un largo camino cimentado por la solidez de cineastas como Pedro Almodóvar, Alan Parker, Martin Campbell o Robert Rodríguez, que ahora le lleva a ponerse a las órdenes Woody Allen.
Con el cineasta neoyorquino ha rodado You will meet a tall dark stranger, que llegará a las pantallas el próximo otoño y en la que comparte cartel con Anthony Hopkins y Naomi Watts.
"Woody Allen es una leyenda. Se moría de la risa cuando le contaba que en 1984 yo llevaba una camiseta con su cara", explica el actor, quien ha cambiado radicalmente el concepto que tenía del director. "Me habían dado otra imagen de él, pero descubrí que era una persona extremadamente dulce -asegura-. Se comporta con el actor con una lógica aplastante".
Otra colaboración pequeña, pero sustanciosa, es la que hace con Steven Soderbergh, director que conseguirá lo que no ha logrado ninguno de sus compatriotas, que Banderas viaje a España para rodar.
Llegará a Barcelona a finales de mes para participar en Knock Out, el nuevo proyecto del prolífico cineasta, responsable de Ocean"s eleven.
Pero el papel con el que lleva años lidiando es el de Salvador Dalí. "Es un proyecto muy caro para no tratarse de una película de acción -considera-. Un presupuesto de 32 millones de dólares es muy alto para una película que trata de un pintor, pero se va a rodar".
Aunque en un principio no se veía en el papel del genio de Figueras, el británico Simon West le convenció tras hacer una prueba.
Ahora Banderas se muestra emocionado con la película. "Es uno de los mejores guiones que he ha caído en mis manos en toda mi carrera profesional", apunta y señala que es todo un acierto que la cinta "se haya planteado con la misma esencia surrealista que los cuadros de Dalí".
¿Y para cuando el reencuentro con Almodóvar? "Pedro sabe que siempre estoy ahí. Volver a rodar con él siempre es posible. Ahora depende de él, respeto sus tiempos y estoy a la espera", confiesa.