Los Carabineros de Roma han recuperado un cuadro que Picasso pintó para su hija Paloma y que estaba escondido en una vieja caja de zapatos en casa de un comerciante italiano del Lacio. El comerciante se apropió hace dos años del cuadro Pequeña Guitarra, tras asegurar a su propietrio, un pintor al que Picasso donó la obra, que iba a construir una urna en la que conservar la pintura.