La Sala Fundación Caja Vital acogedesde hoy una selección de 101 objetos "míticos" hechos en España comoel Chupa Chups, la fregona o el inodoro de Roca, que hablan de un paísy de un diseño "popular" que ha traspasado fronteras.

El inodoro de Roca que amuebla cuartos de baño de España y de parte delextranjero es uno de los iconos "Made in Spain" que ha cobradoproyección internacional y que forma parte de la muestra, que estaráabierta al público en Vitoria hasta el 14 de febrero.

Otro artículo de higiene que compone esta exposición, inspirada en ellibro "Made in Spain. 101 iconos del diseño español" de Juli Capella,es la fregona.

En la exposición se presentan varios modelos más o menos actuales deeste artículo, inventado por un ingeniero aeronáutico de Zaragoza,Manuel Jalón Corominas, allá por los años 50 con el propósito de"levantar del suelo a la mujer" y hacer algo más cómoda esta tarea.

El recorrido por la muestra permite al visitante adivinar el carácterde un país "variado y rico" en el que se usa la bota de vino de cuerode cabra (Pamplona 1973) para beber vino y se comparte este líquido conlos amigos mediante el porrón de cristal.

El botijo o nevera ecológica preindustrial, otro producto típicamenteespañol, comparte espacio con la bota y el porrón, dispuesta a quealguien eche mano de ella si se ha pasado con el vino.

La muestra, pensada para todos los públicos, da vida a iconos que están"a punto de extinguirse" como el "Seat 600" y a objetos "milenarios"como las castañuelas, cuyo sonido está ligado a Andalucía, aunque suorigen sea fenicio.

La guitarra española, el traje de luces, la paellera de Valencia, lasaceitunas de "La Española", los puros "Farias", el toro de "Osborne",el tren Talgo, Iberia o la muñeca Nancy de "Famosa", que a sus cuarentaaños "sigue en plena salud de ventas", son otros iconos que hanalcanzado relieve mundial y que comparten espacio en la muestra.

Fernando Martínez de Viñaspre, diseñador y productor de la exposición,ha explicado hoy que no ha sido fácil juntar estos 101 objetos pero seha mostrado satisfecho con el resultado final del trabajo de más de unaño.

El reto ha sido no sólo conseguir que las empresas les facilitaran losproductos sino la puesta en escena, ya que había que hacer convivir unatableta de Avecren con la marca Zara sin que nada pareciera que estabafuera de lugar.

En cuanto a los iconos típicamente vascos, Martínez de Viñaspre hadestacado un elemento que posiblemente es desconocido por el granpúblico, la grapadora Casco, de la fábrica Olave, Solozabal y Compañía,que está considerada "como el Rolls Royce de las grapadoras porque nofalla nunca".

Además, no faltan la txapela, el vino de La Rioja o los pintxos, quehan exportado a medio mundo una forma de comer más informal. Un carritolleno de Chupa Chups a la salida de la muestra despide al visitante conun sabor dulce y, dependiendo de la edad que tenga, "nostálgico". EFE