suiza. Roman Polanski recobró ayer parcialmente la libertad tras pasar más de dos meses en una cárcel suiza, y fue transferido al chalet que posee en la estación alpina de Gstaad, para quedar en arresto domiciliario hasta que se resuelva la petición de extradición de EEUU. Polanski, de 76 años, fue esperado por decenas de periodistas de todo el mundo que montaban guardia desde primeras horas. Hacia las 13.00 hora local (12.00 GMT), dos coches negros con cristales tintados enfilaron el estrecho camino que lleva a la casa y entraron en el garaje, sin que los fotógrafos, excepto los mejor situados, pudieran captar la imagen. Foto: efe
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