Vitoria. El final de 2009 se acerca. Y la Escuela de Artes y Oficios lo despide con nuevas propuestas expositivas que se inauguran hoy y que permanecerán abiertas al público hasta el próximo 22 de diciembre. De esta forma, se recupera su marcha habitual con tres ofertas (una de un artista invitado y dos de creadores pertenecientes al propio centro) en los espacios Amárica, Kino y Díaz de Olano, que han estado mediatizados en los últimos meses por las obras vividas en el inmueble.
Fotografía y escultura dominan esta despedida del año desde ópticas y temáticas bien diferentes. Así, Iñigo Beristain, quien ocupa el lugar del autor externo aunque durante un par de años estuvo vinculado a Artes y Oficios, presenta aquí Historias mínimas, un recorrido visual por el mapa vital y sentimental del ser humano aunque éste no aparezca en las instantáneas. Porque el protagonista de la imagen es, en apariencia, la arquitectura, una serie de edificios de Madrid retratados entre 2007 y 2008.
El fotógrafo toma el continente (que aparece desenfocado y frágil) para hablar del contenido. "Es un trabajo muy intimista", apuntó ayer el propio autor, quien reconoció que sus instantáneas pueden dar sensación, en ocasiones, de tener un aspecto pictórico.
También la imagen está presente en Los sueños de los libros, trabajo del colectivo Objetivo 33, formado por once miembros de la escuela, tanto jóvenes de edad como de espíritu. Se trata de la segunda exposición que realizan sus componentes, una labor realizada "con modestia y sencillez", según explicaron algunos de sus participantes.
El título no engaña. Como él reza, los libros son el nexo común de las diez fotografías expuestas. Eso sí, aparecen lejos de su uso común. Son personajes de las historias que cuentan, recreando las historias que hay en su interior en la mayoría de las ocasiones.
El triángulo expositivo lo cierra Carlos García Fernández, también alumno del centro, con Asignatura pendiente. Aquí la escultura reivindica su importancia entre tanta instantánea. Alabastro, madera y arcilla sirven al autor en lo que es su primera muestra individual, aunque ya ha participado en ocasiones anteriores en otras colectivas. "Eso me genera algo de nerviosismo pero también ilusión", resumió.
Referencias clásicas pero también inventos de la mente se fusionan en un recorrido que también tiene algo de vital puesto que el autor recopila en la escuela una parte importante de la labor desarrollada en los últimos años.
Lo figurativo domina las piezas propuestas, que en ocasiones se presentan con su prototipo en arcilla y su resultado final, un juego que también se completa con varios bocetos dibujados.