Vitoria. The times they are a-changing, que diría el maestro. El Azkena Rock Festival más veraniego -del 24 al 26 de junio, con prólogo y epílogo anexos- comienza a dibujar su cartel con ocho meses de antelación. Y planta en medio del poster un beso -sin lengua, no hablamos de Rolling Stones- que ya impactó sus maquillados labios en el vecino Kobetasonik. Kiss es el primer protagonista de la novena edición del macrofestival, que prepara nuevas cartas para el tapete de Mendizabala. Y para los múltiples satélites que comienzan a convertir a Gasteiz en capital de rock.
Quizás la más notable sea la extensión del encuentro en el tiempo, ya que al núcleo de tres jornadas -jueves, viernes y sábado- se incorporan un aperitivo y un postre. El primero ya tiene nombre y apellido. Se trata de Quique González, que repite en el programa del festival -lo visitó hace dos años- presentando esta vez en el Teatro Principal su nuevo trabajo. Lo hará en la noche del miércoles, que abrirá boca -parece que esto va de bocas- a los platos fuertes de esta nueva edición del ARF, en la que DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA volverá a ejercer como medio oficial.
Por ahora sólo se ha dado a conocer la presencia del grupo norteamericano, pero a lo largo del mes se anunciarán algunos nombres más de los "entre 30 y 34" que, según el coordinador de Azkena Rock Festival, Alfonso Santiago, compondrán el compendio final.
Nombres que no sólo se corearán en Mendizabala y el Principal, porque la organización vuelve a apostar por la Virgen Blanca como escenario. Mike Farris y Eli Paperboy Reed fueron los encargados de encender los mediodías festivaleros en la pasada edición, y el próximo junio lo harán otras dos estrellas del cartel, a las que se unirá, el domingo -recuperando una propuesta que ya se realizó en la tercera edición del ARF, la de superar la resaca dominical con más dosis de rock- un artista inédito dentro del programa festivalero.
En este tipo de encuentros las fechas mandan. Quizás las fiestas de Judimendi -las fiestas de barrio por excelencia en Vitoria- roben algún protagonismo a la cita rockera. O puede que establezcan un nuevo eje de sinergias -el Casco Viejo y ARF ya mantienen uno- en la realidad de esta edición, con el solsticio como mejor aliado. "Nos hemos ido a junio porque las cirscunstancias del mercado nos han llevado allí, y lo harán también en 2011", confiesa Santiago, con esa previsión de organizador que ya piensa en el futuro del propio futuro. "Pero, bueno, además los días son más largos, sobre todo para los visitantes que están menos acostumbrados a las temperaturas gélidas de Vitoria".
Y es que los que vibraron con la pasada edición también recuerdan que parte de ese movimiento lo puso el tembleque, disfrutando -qué ironía- de un grupo sureño como Black Crowes frotándose las manos en lugar de sacando los cuernos...al sol. No viene mal la prórroga de un mes ante el incierto mercurio de la primavera, aunque, a buen seguro, muchos tendrán que hacer encaje de bolillos -siempre pasa, en cualquier fecha- para cuadrar la esencial escapada vacacional con la semana del rock vitoriana.
Por eso, aportando previsión, el que lo desee podrá formalizar su presencia en el ARF 2010 desde este mismo viernes. El bono oferta inicial -el precio va creciendo con las consecutivas convocatorias- sale a un precio de 75 euros (más gastos de distribución), un poco más caro que los 60 euros del año pasado, pero siempre muy por debajo de los que se manejan en cualquier festival de similares características.
Porque, si por algo se caracteriza Azkena Rock Festival, es por cuidar a sus numerosos fieles, en un encuentro que goza, como ninguno, de un gran núcleo de incondicionales. "Siempre he tratado de hacer para el público lo que quiero para mí", explica Alfonso Santiago, que nunca ha escondido su predilección por el primogénito de los hijos de Last Tour International, que lo ha mimado año a año y es confeso admirador de su filosofía musical de raíces. Es juez, pero también parte.
El bono podrá adquirirse por muy diferentes vías: a través de la habitual red de Ticketmaster; en las páginas web www.ticketmaster.es, www.caixagalicia.es y www.mosaicodifusion.com; llamando al número de teléfono 902150025; y físicamente, en Fnac, Carrefour, Bloody Mary (Irun) y Electra Store (Vitoria). Mantendrá esta oferta inicial hasta el próximo 10 de enero y permitirá ver todos los conciertos programados en Mendizabala, no así el de la fiesta de presentación del día 23.
Una fiesta protagonizada por Quique González, que en compañía de algunos artistas invitados, desgranará los temas de su último disco, Daiquiri Blues. Las entradas para esta velada se pondrán a la venta más adelante.
Para los que ya se puede formalizar la compra, a partir del viernes, es para los míticos Kiss, que serán el cabeza de cartel de la jornada del viernes. Sonic Boom Over Europe: From the Beginning To the Boom es el título de la gira europea del grupo, que continuará el éxito de su tour norteamericano, donde vendió todas las entradas. "La gira Kiss Alive 35 sólo fue el comienzo. Esta gira superará con creces aquel show. ¡Nuevo escenario, nuevo repertorio, nuevo equipo, nuevo disco! Vamos a recorrer toda la historia musical de la banda encima de un escenario, un gran paso adelante en nuestros tacones de ocho pulgadas", proclama Paul Stanley, guitarra y voz.
El otro miembro fundacional aún presente, el bajista y también cantante Gene Simmons, apuntilla: "Ahora, más que nunca, Kiss es un monstruoso camión de cuatro ruedas. ¿Nuestra misión? Rockear el Planeta Tierra. Para extender el evangelio del Sonic Boom". 35 años de carrera y más de 80 millones de discos vendidos hablan a las claras de esa extensión, que contará con dos vértices más, el batería Eric Singer y el guitarrista Tommy Thayer, para poner en directo los once nuevos temas de la banda, acompañados de muchos de sus clásicos. "Es una de las bandas más importantes de la historia del rock", proclama Alfonso Santiago.
Tiene más cautela a la hora de anunciar otros nombres. Poco a poco. Habrá bandas locales y rock en euskera, como pequeñas pistas. "Siempre nos movemos por los mismos parámetros musicales", afirma el coordinador del evento, con media sonrisa asomándole en la boca -este año va de bocas, está claro-, "no va a haber sorpresas, no va a tocar Lady Gaga".
Azkena Rock Festival busca ya su novena edición. Aquel encuentro pionero que "comenzó en 2002, de una forma muy tímida, pero con grandes resultados", se ha hecho mayor. 30.000 espectadores en 2008. 34.000 en 2009. Y subiendo... Pero "siempre con la misma estructura". Cambian las fechas y las bandas, pero el ARF siempre respira igual. Este año, con más sol -previsiblemente- en el camping. ¿Pearl Jam? ¿John Fogerty? ¿Wolfmother? ¿Tori Amos? ¿Aerosmith? Hagan sus cábalas. Imaginen su propio ARF 2010.