Hoy se inaugura en la sala Amárica la iniciativa Inmersiones 09. Una propuesta destinada a promover el arte próximo, cuya primera edición tuvo lugar el año pasado -funcionando muy bien, con excelente nivel de participación- y que ahora en 2009, con un esquema algo distinto, vuelve a reunir a una treintena de creadores. Inmersiones es un proyecto significativo, que intenta tomar el pulso al mundo de la creación cercana. Y que sirve también de espacio de encuentro entre los diversos creadores que participan en esta experiencia.

Pero no se puede entender Inmersiones si nos quedamos flotando en su superficie. Hay que bucear, sumergirse, para poder comprender que la importancia de este dispositivo de difusión de las prácticas artísticas cercanas estriba, fundamentalmente, en el modelo de gestión que lo sustenta: el Proyecto Amarika. Y tiremos del hilo de la madeja: el Proyecto Amarika surgió -hace un año ya- de una asamblea abierta de ciudadanos, artistas, personas preocupadas por la cultura. Y decimos que es una asamblea abierta porque no existe un contrato entre los asamblearios que la componen, pues no hay un corpus jurídico -lámese asociación, federación...- que lo sustente. Y eso es, cuando menos, infrecuente. Porque en esta sociedad todo, absolutamente todo, está sujeto a tratos contractuales. Incluso las relaciones de pareja están sujetas a contrato. Pero el modelo abierto de la Asamblea Amarika, más similar a las relaciones de pareja sin papeles, funciona. Eso sí: los nexos, los objetivos, quizá tengan que ser más claros para que algo funcione sin ataduras legales. Aunque no todo es "contigo pan y cebolla", porque también existen dificultades: es difícil aunar criterios entre personas de diversa índole. Pero Amarika funciona, pues actualmente se está programando -desde hace un año- en tres salas expositivas de la Diputación de Álava. Y, ahora, con Inmersiones 09 se celebra -de una forma simbólica- el primer aniversario del éxito del Programa Amarika.

Inmersiones 09 ha demostrado también que su filosofía participativa y abierta-ya marcada en su anterior edición- funciona. Porque la actual persona coordinadora del dispositivo ha emergido de la primera convocatoria: ella era una de las personas seleccionadas en Inmersiones 08. Y esperemos que el año próximo se mantenga este relevo. Pues las gestiones de actuaciones culturales costeadas con dinero público tienen que ser más participativas, abiertas, permeables. Hay que demostrar que es posible gestionar de otra manera. Hay que dejar claro que participación ciudadana es sinónimo de gestión ciudadana. Que participación, trabajo en red, arte emergente no son sólo meras palabras, coartadas para justificar tal o cual línea de actuación pública. Hay que llenarlas de nuevo de sentido. E Inmersiones es una herramienta que sirve para ello. Esperemos que haya Inmersiones por muchos años.