Washington. El exanalista de la CIA Edward Snowden y el consejero delegado de Google, Sundar Pichai, han defendido a Apple ante el Gobierno de EEUU y el FBI por la orden judicial que obliga a la compañía a desbloquear el iPhone usado por uno de los autores del tiroteo de diciembre en San Bernardino (California).
Snowden, quien se encuentra actualmente asilado en Rusia, defendió este miércoles en su cuenta de Twitter el derecho de Apple a negarse a lo que le pide el Buró Federal de Investigación, al asegurar que "el FBI está creando un mundo en el que los ciudadanos confían en Apple para defender sus derechos, y no al revés".
Además, el exanalista que expuso con sus filtraciones el alcance de los programas de espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés) de EEUU tildó la batalla de ser "el caso de tecnología más importante en una década" y afeó a Google que no se hubiese pronunciado al respecto.
Poco después, el consejero delegado de Google tuiteó que "forzar a las compañías a piratear podría comprometer la privacidad de los usuarios".
"Construimos productos seguros para proteger la información y damos a las fuerzas de seguridad acceso a los datos en base a órdenes legales. Pero eso es muy diferente de exigir a las empresas que permitan el pirateo de aparatos y datos. Podría ser un peligroso precedente", apuntó el directivo.
Según la orden emitida por la magistrada Sheri Pym, Apple deberá proveer al FBI de "asistencia técnica razonable" para acceder al dispositivo móvil, lo que supone "piratearlo" para desactivar el sistema de seguridad que elimina los datos del teléfono si no se introduce el código correcto tras varios intentos.
Pero el consejero delegado de Apple, Tim Cook, aseguró en una carta dirigida a los clientes de la empresa que la sugerencia del Gobierno estadounidense de que la herramienta creada para desbloquear el iPhone se utilizaría solo una vez "no es cierta".
"Una vez creada, la técnica podría utilizarse una y otra vez en muchos dispositivos", advirtió Cook, quien añadió que sería el equivalente a "una llave maestra capaz de abrir cientos de millones de cerraduras, desde restaurantes y tiendas a casas".
"Nos oponemos a esa orden, que tiene implicaciones más allá del caso legal en cuestión", subrayó Cook.
Por su parte, la Casa Blanca defendió que la orden solamente tendrá impacto en ese teléfono, ya que no se le está pidiendo a la compañía que "rediseñe" sus productos.
El Departamento de Justicia y el FBI "no están pidiendo a Apple rediseñar o crear una nueva 'puerta trasera' en uno de sus productos", sostuvo el miércoles en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
El teléfono iPhone al que el FBI quiere acceder era operado por Syed Farook, uno de los autores de la matanza, aunque es propiedad de su empleador, la administración del condado de San Bernardino, que ya ha dado su consentimiento para el registro.
El aparato fue hallado en el vehículo en el que Farook, de nacionalidad estadounidense, y su esposa paquistaní, Tashfeen Malik, presuntos seguidores del grupo yihadista Estado Islámico (EI), huían de la Policía cuando fueron abatidos.