BARCELONA. Según ha explicado a Europa Press el responsable de Tecnología del grupo Glassworks, Xavi Tribó, fotografiar el alma de las personas es posible gracias a un sistema que escanea los rostros en 3D y los reproduce mediante la técnica 'light painting': "El resultado es una imagen en 3D que corresponde al alma de las personas, lo que vería un robot si las mirara".
Mediante algoritmos y fórmulas matemáticas, dos brazos robóticos se encargan de traducir en 3D la captura del rostro que previamente ha hecho un escáner, algo que han querido probar multitud de asistentes al Sónar+D, formando largas colas.
También ha congregado multitud de curiosos la instalación que acoge unas gafas virtuales de Oculus Rift que permiten trasladarse a cualquier lugar y vivir en primera persona una inmersión total: una de las posibilidades que ha causado más furor es la de ponerse en la piel de una niña siria de 12 años que vive en un campo de refugiados de Jordania.
Según los organizadores de la instalación, la realidad virtual será tan revolucionaria para el mercado audiovisual como los auriculares lo han sido para la música, y muy pronto se introducirá en el ámbito domestico y cambiará las experiencias audiovisuales de los usuarios, que podrán adentrarse en videoclips, películas y videojuegos con unas simples gafas.
El estudio londinense Universal Assembly Unit protagoniza otra de las instalaciones de Sónar+D, con la presentación del primer escáner completo de un bosque con fines artísticos y no científicos, un proyecto bautizado como 'Datum Explorer'.
La responsable de la instalación, Samantha Lee, ha explicado a Europa Press que el objetivo de capturar en 3D un bosque de Inglaterra era recrear una atmósfera "total", incluyendo el sonido del viento y el movimiento de los animales.
ANALISIS EN TIEMPO REAL
También destaca la iniciativa 'Sabemos lo que hiciste en el último Sónar', que analiza en tiempo real los movimientos de los asistentes al festival gracias a una enorme red de sensores ideados por el Barcelona Supercomputing Centre.
Además, un grupo de estudiantes de ingeniería de la Universidad Politécnica de Valencia ha llevado al Sónar+D una pantalla interactiva tridimensional en la que cada luz de LED puede reproducir 16 millones de colores al ritmo de la música que el usuario propone.