Los drones poco a poco se van convirtiendo en acompañantes sigilosos (o no tanto, algunos emiten zumbidos que parecen enjambres de abejas) en la naturaleza, pero para muchos animales este moderno aparato sigue siendo un OVNI en el sentido literal de objeto volante no identificado.

Para una osa polar que vive en el zoo de Yakutsk (en la región más oriental de la Siberia rusa) el dron que la grababa no le debió de transmitir confianza, porque después de unos segundos observándolo y siguiéndolo, decidió pasar a la acción y capturarlo con un zarpazo, como se puede ver en el vídeo, en el que el aparato sigue grabando mientras el plantígrado se lo lleva en la boca. Los cuidadores del zoo recuperaron el dron poco después, pero no salió ileso del ataque de la osa polar.