El clásico 'no hagan esto en sus casas' ha llegado a su límite. La nueva cultura de internet ha conseguido posicionarse y acaparar al sector más joven. Llamar la atención por cuestión de likes está a la orden del día.

Entre lo absurdo y lo trágico

Desde la plataforma TikTok con 'el filtro peligroso', el cual consiste en, que, el realizador baja las escaleras mirando la pantalla de su móvil, pero en este caso, con la pantalla distorsionada.

Hasta el reto de 'la ballena azul' de la mano de Facebook. Este es uno de los más siniestros, con origen en Rusia.

El Vkontakte, aplicación soviética de moda, propone a los jóvenes un popular juego, que, finalmente acaba en desenlace trágico . Concretamente causo el fallecimiento de 130 personas, las cuales trataban de superar una serie de pruebas hasta llegar a un colapso psicológico, y, acto seguido, la muerte.

Jóvenes y con ganas

A raíz de análisis sociales y comparaciones, los retos fluyen con una mejor corriente entre el sector más joven. Por ello, la mayoría de incitaciones y desafíos están dirigidos a ese público.

No obstante, este tipo de pruebas también afectan, quizá no de manera unidireccional, a padres y familias. Por ello, varias asociaciones en todo el mundo tratan de erradicar este tipo de aglomeraciones provocativas y de duelo.

No todos los retos son malos

En el año 2014, el reto #IceBucketChallenge movilizó a millones de personas en el mundo por una buena causa. Personalidades como David Beckam o Iker Casillas también participaron en el reto, con el fin de recaudar dinero para los enfermos que padecen ELA.

Otros retos, más recientes, como el #TrashTag incita a personas de todo el mundo a ser conscientes y responsables con el medio ambiente.

Actores como Jon Kortajarena se sumaron al desafío propuesto por la organización mundial GreenPeace.

El reto, además de haber conseguido un menor porcentaje de basuras y residuos, ha conseguido fomentar el reciclaje de algunos materiales.