A falta de medio minuto para el descanso, el resultado era de empate a 42. Las espadas estaban en todo lo alto. Una canasta de Tavares permitía a los blancos marcharse con una ligera ventaja a los vestuarios: 44-42. El pívot caboverdiano había hecho mucho daño en esos 20 minutos. Su poderío en la zona le permitió acabar con 8 puntos (3/4 en tiros de dos y 2/4 en tiros libres).

Su dominio en la pintura con sus 9 rebotes, lo que dio a los de Pablo Laso un gran número de segundas opciones. El juego interior estaba haciendo mucho daño como era de esperar, ya que a Tavares (16 de valoración en esos dos primeros cuartos), se unió Poirier con otros 7 puntos y 10 de valoración.

A todo ello, hay que añadir que el conjunto blanco dominaba también el lanzamiento de tres en esos primeros 20 minutos con un 44% (8/18) frente a un 43% de los azulgranas (7/16). Rudy, con 11 puntos en esta primera mitad y 3/4 en lanzamientos de 6,75 metros, y Llull, con 9 y también un 3/4 en triples, fueron los artífices del buen hacer del conjunto blanco en el lanzamiento de tres.

Pues bien, pese a todos esos problemas y el mal día de Fontecchio (4 puntos al descanso) y Peters, que no había anotado ni un minuto hasta el paso por los vestuarios, el Baskonia estaba metido en el partido. A tiro de su rival iba a arrancar la segunda parte.

Pues bien, aquí llegó un increíble apagón. 15 puntos seguidos del conjunto blanco en poco más de 4 minutos dejaría ya el partido visto para sentencia. El parcial, si se suman los dos puntos de Tavares antes del descanso, era terrorífico: 17-0 en menos de cinco minutos.

De nuevo aparecieron esos horribles apagones del inicio de temporada. El equipo estuvo desaparecido, blando atrás, concediendo todo tipo de canastas fáciles y sin saber qué hacer en ataque. Espeso y regalando balones ante su ceguera. Ofuscados. Apagados. De hecho, la primera canasta del Baskonia en el tercer cuarto no llegó hasta que Giedraitis consiguió dos puntos a falta de 5:47 para el final de ese tercer periodo. Más de cuatro minutos sin ver aro.

Pues bien, en ese tramo de partido, Deck consiguió una canasta, Hanga dos, Yabusele un triple y Causeur, dos. Letales todos ellos, pero especialmente el fino escolta francés. El temido juego interior no era el que estaba matando las ilusiones del Baskonia. El partido se estaba yendo por el sumidero, víctima de su incapacidad para cerrar su rebote y por no defender en condiciones los tiros abiertos del Real Madrid. Marinkovic vio de lejos a Causeur en esos cinco primeros minutos de la segunda mitad.

El exbaskonista campó a sus anchas durante ese tercer cuarto hasta el punto de convertirse en el verdugo que acabó por enterrar al Baskonia. Y es que el galo, que hasta el descanso solo llevaba dos puntos merced a dos lanzamientos desde la personal, destaparía el tarro de las esencias en ese tercer cuarto.

Fabian Causeur acabaría en esos 10 minutos con 14 puntos gracias a una carta de tiro inmaculada -1/1 en tiros de 2 y ¡4 de 4! en triples. Está claro que el francés es un gran tirador, pero no es menos cierto que en el tercer cuarto tuvo una autopista y estuvo muy liberado en la gran mayoría de sus tiros.

El partido ya estaba roto. El apagón había dejado ya sin opciones al Baskonia por mucho que después luchara por volverse a meter en el partido. Y es que el Baskonia que había necesitado 4:13 para meter la primera canasta en ese tercer cuarto, metió después 17 en los siguientes 4 minutos y medio. Del 59-44 tras la canasta de Giedraitis se pasaría al 71-61 gracias a un triple de Costello. Reacción a base de coraje, que sin embargo llegaba tarde y que encima supuso un sobreesfuerzo que acabaría pagando el Baskonia en un último cuarto en el que el Real Madrid no pasaría apuros para cerrar un partido que dejó sentenciado en los cinco minutos de apagón azulgrana.

El francés acabaría ese tercer cuarto con 14 puntos y 18 de valoración tras una carta de tiro inmaculada: 1/1 en tiros de 2 y 4/4 en triples