ZALGIRIS Webster, Ulanovas (15), Nebo (10), Cavanaugh (7), Strelnieks (6) -quinteto inicial-, Lekavicius (10), Jankunas (4), Milaknis (2), Giffey (4) y Lauvergne (10).

REAL MADRID Deck (4), Taylor, Yabusele (3), Tavares (12), Williams-Goss -quinteto inicial-, Randolph, Abalde (3), Hanga (2), Poirier (10), Llull (6), Thompkins (7) y Juan Núñez.

Parciales 18-11; 20-18; 11-8; 19-10.

Árbitros Mogulkoc, Nikolic y Dragojevic.

Pabellón Zalgirio Arena.

- El Real Madrid sucumbió con estrépito (68-47) ante un Zalgiris muy superior al equipo blanco, que no dio sensación en ningún momento de poder hacer frente al conjunto lituano, en el que destacó Edgaras Ulanovas con 15 puntos.

Tras perder la final de la Copa del Rey frente al Barcelona, y con la baja de Rudy Fernández, el Real Madrid se plantó en Kaunas para disputar el primero de los doce partidos que jugará en 36 días.

Desde el principio, el Zalgiris, respaldado por el fervor de su afición, mostró ambición de ir a por el partido y a partir del minuto 4 se hizo dueño absoluto del marcador, haciendo mucho daño en jugadas de ataque dentro del perímetro comandados por el francés Joffrey Lauvergne.

En defensa también se mostró muy fuerte el conjunto lituano, especialmente el estadounidense Josh Nebo, que contabilizó cuatro rebotes en un primer cuarto al que su equipo llegó con una ventaja de siete puntos pero que llegó a ser de diez.

Tal fue la superioridad del equipo lituano en el primer cuarto que, en un tiempo muerto de Pablo Laso, el técnico madridista se mostró tajante: "Seguimos en depresión. Si no queréis jugar, no pasa nada. Decídmelo y así no me llevo el mal rato".

En el segundo cuarto, cuando más parecía sufrir el Real Madrid, apareció Trey Thompkins para anotar un triple que reanimó a su equipo, que mejoró en ataque y dejó por unos instantes dubitativo a su rival.

Aún así, el Zalgiris se recompuso pronto para irse al descanso con una ventaja de nueve puntos porque el Real Madrid permitió numerosas concesiones en defensa que le penalizaron con varios dos más uno dentro de la zona y le hicieron terminar el segundo cuarto con nueve pérdidas. Tras el descanso, la impotencia merengue fue todavía mayor.