Neven Spahija, un día más incapaz de aportar soluciones a un Baskonia deprimido, trató de explicar como pudo un nuevo desaguisado en Fuenlabrada.

"Nosotros seguimos sufriendo mucho. Este equipo está con mucha presión y no puede llegar al nivel y calidad de sus jugadores. Yo como entrenador soy el mayor culpable del resultado. He hablado con mis jugadores en el vestuario y están fatal. El partido se puede perder pero no de 20 con los tiempos muertos y los cambios", criticó el croata.

En su discurso, Spahija defendió en todo momento a su plantel y se autoinculpó por el tétrico estado anímico de un Baskonia que no ve la luz al final del túnel.

"Estos jugadores tienen más calidad de la que están enseñando, solo el trabajo puede darnos confianza. Últimamente siempre nos pasa lo mismo. Lo siento por ellos porque son gente buena y que quiere. Cualquier cosa que queremos hacer no nos sale. Si no jugamos como un equipo en ataque y defensa, ellos nos matan. No podemos decir que no pelean, hoy tenemos 20 rebotes, pero nos faltan cosas", recalcó.

También insistió en que no quiere poner excusas, que él asume "todas las responsabilidades" como capitán de la nave y enfatizó que "el Baskonia no merece este nivel de baloncesto" antes de precisar que "veremos quién es el culpable, si el técnico o los jugadores".

"No quiero utilizar la palabra vergüenza pero veo jugadores con la cara triste y sin confianza", explicó Spahija, para quien "necesitamos hacer algo, aunque en este momento no puedo responder a ello".

El preparador croata lanzó un capote a su plantilla al asegurar que no es egoísta. "Simplemente no pueden, juegan un baloncesto muy malo. El talento del equipo merece mucho más. Esto me duele bastante", concluyó