Es casi un pequeño milagro lo que el Baskonia necesita para disputar la próxima edición de la Copa del Rey, pero la esperanza es lo último que se pierde como coloquialmente se dice en estos casos en los que uno se encuentra en un brete. El equipo vitoriano no ha sido capaz de hacer los deberes como debiera y, tal y como le sucede a los malos estudiantes antes de cualquier examen, está ahora en las manos del Valencia Basket para tratar de inmiscuir su figura entre los ocho candidatos al trofeo más atractivo de la temporada que se disputará en Granada entre los días 17 y 20 de febrero.

La incógnita se disipará este domingo al filo de las 22 horas cuando finalice el encuentro entre el Lenovo Tenerife y el equipo taronja, convertido ya en el único aliado azulgrana para evitar la tercera ausencia copera en los últimos ocho años. Las cuentas son muy claras antes del salto inicial. Si el Tenerife gana o, en su defecto, pierde por 8 o menos puntos de diferencia, el Baskonia quedará fuera de un torneo que ha ganado en seis ocasiones y del que ha sido un constante animador durante décadas siempre bien arropado desde las gradas por su afición.

Al conjunto de Neven Spahija tan solo le sirve un holgado triunfo de los levantinos en el Santiago Martín, una pista siempre difícil para cualquier visitante que, además, en esta ocasión registrará un gran ambiente para tratar de llevar en volandas a los suyos. Esta es una situación provocada por el triunfo de los hombres de Txus Vidorreta el viernes en el Coliseum ante el San Pablo Burgos por 73-81, resultado que prácticamente supone la condena del Baskonia en la carrera por estar presente en tierras nazaríes.

La cosa pudo haber sido peor incluso para los intereses alaveses ya que el Tenerife llegó a ganar por 19 puntos en algún tramo del encuentro, algo que ya hubiese reducido las esperanzas a la mínima expresión antes de la batalla definitiva de este domingo. Ahora mismo, insulares y vitorianos tienen las mismas victorias, nueve, en la carrera por la Copa pero el basket-average es favorable al Lenovo por los citados ocho puntos de diferencia.

En caso de que el Valencia Basket se imponga por exactamente 8 puntos, Tenerife y Baskonia quedarían empatados en el basket-average (+14). El siguiente criterio de desempate es el total de puntos en la primera vuelta, ahora mismo 1368 los gasteiztarras y 1317 los chicharreros. Así pues, si el Lenovo anota, al menos, 52 puntos superaría a los alaveses en este criterio.

Lo único positivo para el Baskonia es el estado de máxima necesidad del Valencia Basket, que necesita ganar para ser cabeza de serie y evitar en el sorteo del lunes en el primer emparejamiento de cuartos de final a los dos grandes cocos: Real Madrid y Barcelona. Si los pupilos de Joan Peñarroya hincan la rodilla en el Santiago Martín, correrán el serio riesgo de emparejarse con blancos o culés, aunque lógicamente tan solo necesitan imponerse por un punto y no por nueve para hacer realidad dicho objetivo.

Buena racha del Valencia

Las moderadas gotas de optimismo antes del salto inicial proceden de la excelsa dinámica de resultados del Valencia, que se ha impuesto en sus siete últimos encuentros entre Liga ACB y Eurocup. Sus víctimas han sido el Obradoiro (91-71), el Bursaspor (86-68), el Unicaja (82-87), el Ulm (70-76), el Promitheas (68-71), el Buducnost (103-76) y el Gran Canaria (91-62). La última derrota de los levantinos data del pasado 21 de diciembre cuando se vieron sorprendido por el Olimpia esloveno en la Fonteta por 85-97. Salvo Claver, Peñarroya tiene a todos sus hombres en perfectas condiciones para intentar alargar su álgida racha en Santa Cruz de Tenerife. A priori, es un equipo superior a un Tenerife en horas bajas y muy cansado tras el intenso trajín de partidos de los últimos días, pero otra cosa distinta es que pueda -o quiera por la rivalidad existente- ganar por 9 puntos.