Más de cinco meses han pasado ya desde el primer partido de cuartos de final de la ACB contra el Valencia Basket en la pasada temporada. Cinco largos meses sin que Dani Hierrezuelo, uno de los colegiados más veteranos y mejor considerados de la competición, haya arbitrado un partido del Baskonia, algo que, desde luego, ha agradecido el conjunto gasteiztarra, muy molesto con la errónea decisión arbitral que decidió el resultado de aquel encuentro y que posteriormente significaría la eliminación azulgrana. Pues bien, tras casi medio año en el que se ha enfriado la tensión entre ambas partes, Hierrezuelo volverá mañana a arbitrar un partido del Baskonia, ya que ha sido designado como árbitro principal del choque contra el Gran Canaria acompañado de Rafael Serrano y Roberto Lucas.

La buena noticia para el colegiado andaluz es que sobre la cancha no estará Pierria Henry, el jugador que se vio afectado por su decisión en el primer partido del play off, ni tampoco deberá hacer frente a la probable música de viento que habría tenido que escuchar de disputarse el partido en el Buesa Arena en lugar de en Gran Canaria. Sí que estarán otros afectados como Tadas, Giedraitis, Kurucs e Ivanovic, además de Ilimane Diop, que seguro que no han olvidado aquella polémica decisión.

Para quien sí la haya borrado de su memoria, ocurrió en la última posesión del Baskonia, cuando el 87-86 favorable al Valencia Basket reinaba en el electrónico. En ese momento, Pierria Henry armó el brazo para lanzar un triple y recibió un manotazo intencionado de Guillem Vives, que, para sorpresa del norteamericano y el resto del equipo, Hierrezuelo no pitó a pesar de estar al lado de la jugada. De hecho, el trencilla llegó a levantar el puño con el gesto de señalar la infracción, pero cambió de opinión y Henry no pudo lanzar los tres tiros libres que podrían haber cambiado el signo de la eliminatoria. El club, como no podía ser de otra forma, envió una queja formal a la ACB, que la liga implícitamente consideró al meter a Hierrezuelo en la nevera y no permitirle arbitrar ningún partido del resto del play off, además de no volver a dirigir un partido del Baskonia hasta ahora.