Dusko Ivanovic lo dejó claro tras la sufrida victoria contra el Unicaja el pasado domingo: “Si te mueres, lo haces de pie y con la gente en la que crees”. Frase que, aunque luego quiso matizar diciendo que “en este partido han sido estos jugadores y en el siguiente pueden ser otros”, señala irremediablemente a los hombres que se quedaron en el banquillo durante esa segunda parte en la que el montenegrino utilizó a solo seis de sus piezas. Y entre ellos están los dos jugadores que hasta hace poco se habían repartido todos los minutos en el puesto de pívot: Enoch y Nnoko.

El Baskonia abordó el pasado verano un lavado de cara total en el puesto de cinco. Diop y Fall, que no encajaron en la idea de Ivanovic de jugar con pívots móviles y ágiles capaces de defender lejos de la pintura y correr la cancha en las transiciones, fueron descartados por el club, mientras que Jekiri, el único que había jugado con cierta regularidad, se marchó, como bien explicó después el propio jugador, por motivos económicos. En este contexto, la secretaría técnica se lanzó a por pívots que encajaran mejor en la idea de juego del entrenador y apostó por Landry Nnoko, Steven Enoch y Matt Costello, un trío que en principio se ajustaba a lo que pedía Ivanovic.

Nnoko y Enoch, dos jugadores finos, móviles, capaces de defender cerca y lejos del aro y con excelentes cualidades físicas, y Costello, con posibilidad de jugar tanto de cuatro como de cinco, buen taponador y con muñeca para abrir la cancha con sus triples, parecían tener todo lo que el técnico exigía de un pívot, pero hasta el momento no han logrado convencer. Enoch, el más joven de los tres, es el que menos oportunidades ha tenido en las dos competiciones, con 12 minutos de media en la Euroliga y 13 en la ACB y solo Kurucs y Barrera han jugado menos que él. A pesar de su escasa participación, promedia más de seis puntos y alrededor de tres rebotes en ambos torneos, pero ello no es suficiente para Ivanovic, ya que en la parcela defensiva se está mostrando menos sólido que sus compañeros y, por una razón u otra, no es demasiado de su agrado.

Hasta el domingo, el pívot titular había sido Landry Nnoko, el que más minutos acumula de los tres con 22 de media en la Euroliga y 20 en la ACB. Su participación, sin embargo, ha ido cayendo y frente al Unicaja perdió la titularidad en favor de Costello y solo disputó tres minutos en todo el encuentro. En los últimos partidos le ha tocado en varias ocasiones postear para desatascar el juego ofensivo del equipo, pero ese no es precisamente su punto fuerte. Debería ser un pívot capaz de llegar al aro rival antes que sus parejas de baile, pero de momento no se le ha visto anotar en transición. Tampoco se está entendiendo con los bases en las jugadas de pick & roll y las pérdidas -1,9 de media en Euroliga- le están lastrando.

Costello parece en estos momentos el cinco que más agrada a Dusko Ivanovic, y muestra de ello es que fue el único que participó en la segunda parte contra Unicaja. El norteamericano con pasaporte africano comenzó el curso jugando de ala-pívot por la lesión de Peters, pero cada vez está contando con más minutos como pívot por su capacidad de amenazar desde el triple. Sin embargo, la primera opción para Ivanovic en ese puesto contra Unicaja fue Sedekerskis, por lo que Costello tampoco parece un hombre de plena confianza para Dusko. Promedia 21 minutos en Euroliga y 18 en la ACB, algo menos que Nnoko.

A pesar de contar con pívots a su medida, la defensa con cambios automáticos que propone Dusko no está teniendo de momento el efecto deseado y deriva habitualmente en demasiados rebotes ofensivos concedidos. En cualquier caso, el técnico no está dispuesto a cambiar de idea y los tres pívots deberán dar un paso adelante si no quieren quedar en el ostracismo. Tadas les mostró el camino.

Nnoko y Enoch, sobre el papel dos postes ideales para el juego que pretende el técnico, desaparecieron el domingo de la rotación