La frustración y los reiterados lamentos por no poder ver en directo al equipo de sus amores desde hace una eternidad han llegado a su fin. Todos los sueños que la maldita emergencia sanitaria arrancó de cuajo hace ya un año y medio pueden volver a hacerse realidad y, aunque a cuentagotas, la normalidad ya está más cerca. En el caso de los cientos de aficionados del Baskonia, la cita con el Buesa Arena se había convertido en una rutina ineludible a la que era imposible renunciar por distintos motivos. Pues bien, la fecha de hoy 14 de septiembre de 2021 sirve para recobrar esa ansiada comunión entre el equipo y la grada que tantos éxitos ha forjado durante las últimas décadas.

Porque el Buesa Arena reabre esta tarde parcialmente sus puertas la friolera de 555 días después. Es el tiempo que ha transcurrido desde aquella victoria (75-58) cosechada en el recinto de Zurbano el 8 de marzo de 2020 ante el Tenerife. Entonces sobrevino un patógeno que ha alterado costumbres y también destrozado sueños. El visitante en una nueva edición del Trofeo Araba (19.00 horas) es un auténtico desconocido como el Sibiu rumano que llegará sin figuras contrastadas y carece del pedigrí de otros transatlánticos, pero este hecho e incluso el resultado final quedarán en un segundo plano. Se trata de volver a respirar ese genuino ambiente de baloncesto en una pista que ha sido testigo de incontables noches memorables.

Ese hambre por volver a ocupar una butaca dentro del templo azulgrana ha sido compartido con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Cinco de los 4.651 aficionados agraciados por el sorteo para pisar hoy nuevamente el Buesa Arena han desvelado sus sensaciones antes de tan mágico momento. Se trata de José Manuel Gurrutxaga, su hijo Aritz, Eva Allende, Ainhoa Nieto e Irati Martínez. Todos ellos están unidos por el cordón umbilical de su pasión por los colores azulgranas y arden en deseos de dar un caluroso aplauso al equipo más de 18 meses después. Ni siquiera la estrepitosa derrota del domingo ante el Bilbao Basket en la Euskal Kopa condiciona su estado de ánimo en las horas previas.

"Yo he podido aguantar tanto tiempo sin ir al pabellón, pero Aritz lo ha llevado fatal. Él es un hooligan terrible del Baskonia", revela José Manuel, un simpático aficionado tolosarra afincado en Vitoria desde hace más de tres décadas. Padre e hijo sienten al Baskonia como algo propio, aunque la pasión del segundo es si cabe más desbordante. "Está como loco por volver al Buesa e incluso con algo de ansiedad. Cuando le dije el otro día que íbamos a ir, fue como un regalo de cumpleaños. Él disfruta muchísimo y lo pasa mal al mismo nivel", explica al hablar de Aritz, que tiene síndrome de Down.

Eva también siente un cosquilleo especial y de sus palabras se deduce el gran apego hacia el equipo. "Para muchos, el Baskonia y el baloncesto serán de las cosas menos importantes que habrá en la vida, pero yo es lo que más he echado en falta. Me daba mucha rabia cuando había partidazos y eran a puerta cerrada. Estoy a cinco kilómetros del pabellón y, en vez de estar animando al equipo, no podía ir".

"Recuerdo la noche del Anadolu Efes que nos jugábamos el billete para el Top Top 8, rememora esta fiel seguidora azulgrana, abonada desde aquel histórico doblete del ejercicio 2001-02.

Por su parte, dos inseparables amigas como Ainhoa e Irati ya cuentan las horas para recuperar una de sus aficiones favoritas. "El título de liga fue el momento donde más maldije esta situación. Tantos años sin ganar y no poder vivirlo ni celebrarlo produce frustración", asegura la primera. La segunda, mientras tanto, recalca que "de 0 a 10 tengo un 10 de ganas de volver al Buesa porque la espera se ha hecho muy larga".

"sentir el ambiente" Algunos ya saben qué será lo primero que harán nada más acceder al templo azulgrana, pero otros aún le están dando vueltas. "Si las entradas son más o menos de nuestra zona, intentaré buscar a la gente que tengo a mi alrededor. Después de un año y medio yo no he coincidido con nadie de los que tengo cerca, entonces saludaré a los que puedan estar. El reencuentro con la gente será muy emotivo", augura José Manuel, presente en la final de la Recopa de Lausana ante el Olimpia esloveno y un asiduo de las Copas del Rey junto a su hijo Aritz, que precisamente comenzó su idilio con el Baskonia en una antigua edición del Trofeo Araba.

Eva se fijará, entre otras cosas, en el nuevo parquet estrenado allá por diciembre de 2020. "No sé en qué sitio estaré ni si recuperaré mi asiento de antes, pero lo primero será comprobar si seguimos los mismos. Al final, con la gente que está delante y detrás nuestro formas una especie de familia. Ojalá estemos todos y volvamos a disfrutar", enfatiza. Ainhoa se dejará llevar y no tiene nada previsto -"lo veré en su momento", matiza- mientras que Irati quiere saborear mucho tiempo después el mágico ambiente de las gradas. "Cuando vas al Buesa, lo primero que percibes es el cariño que se le tiene al equipo", subraya.

Todos coinciden en que la afición debe volver poco a poco en masa al Buesa Arena para recuperar la normalidad, aunque las hay como Eva que respetan la decisión de quien opte por esperar un tiempo prudencial hasta que amaine el problema con el covid-19. "El miedo es libre e imagino que habrá gente que no quiera exponerse y evite juntarse con mucha gente desconocida, pasar los tornos o las posibles aglomeraciones", alega en este sentido.

Más allá de aspectos sentimentales, lo que también ha generado una máxima ilusión es la identidad de los nuevos fichajes. Y los protagonistas de este reportaje, por encima de otras consideraciones, quieren ver ganar a su Baskonia del alma y disfrutar de los Baldwin, Marinkovic, Fontecchio, Nnoko y compañía.

"Yo creo más en el conjunto que en las individualidades. Quitando el palo que ha supuesto que se vayan Henry y Polonara, creo que este grupo puede ser mejor y más completo que el del año pasado. Está en manos de ellos y de Dusko porque él se rodea normalmente de su guardia pretoriana y con algunos no cuenta tanto", radiografía José Manuel.

Eva pone el foco precisamente en Ivanovic, a su juicio "un entrenador extraordinario" y se frota los ojos por el hecho de que el Baskonia haya sido capaz de reunir en el mismo equipo a Fontecchio y Giedraitis. "Me parece increíble que tengamos a los dos y Tadas en el mismo puesto. Lo que me da rabia es no poder ver a Polonara, un jugador que nos hubiese hecho levantarnos de los asientos con sus mates, triples y garra", lamenta.

En el caso de Ainhoa, todavía no ha superado el disgusto de la derrota en la Euskal Kopa. "Lo que quiero ver es actitud, algo que no se dio el domingo. En cualquier caso, son los primeros partidos y hay que darles un margen de confianza. Espero que vaya mejor todo a partir de ahora", confía.

Por último, Irati aclara que "el equipo necesita recibir el cariño del público" pese a la afrenta vivida ante los vizcaínos y coloca a Granger entre sus preferencias. "Tuvo muy mala suerte y le vimos sufrir en la primera etapa, así que ahora viene con más ganas que nunca y a demostrar cosas", concluye.

"El Baskonia y el basket es lo que más he echado en falta en mi vida en el último año y medio"

Aficionada del Baskonia

"El momento más duro fue ganar un título y no poder celebrarlo, eso produce frustración"

Seguidora del Baskonia

"Lo primero será fijarme en el ambiente ya que cuando vas allí percibes el cariño por el equipo"

Aficionada del Baskonia

"Yo he podido aguantar mejor pero mi hijo lo ha llevado fatal porque es un hooligan terrible"

Seguidor del Baskonia