Ha sido uno de los nombres propios del agitado verano vivido por este renovado Baskonia, que se había hecho al final de la pasada campaña a la idea de la marcha de Rokas Giedraitis a la NBA previo ingreso del importe de su cláusula de rescisión -cifrada en aproximadamente un millón- e incluso ató al inicio del mercado estival a su recambio en la figura del italiano Simone Fontecchio.

Con el paso de las semanas, la ansiada tentadora oferta procedente del otro lado del charco para poner fin a su etapa en Vitoria no llegó y el compulsivo anotador lituano, con un vínculo en vigor en el Buesa Arena hasta junio 2023, optó por cumplir su suculento contrato en la capital alavesa y seguir perteneciendo a la rutilante línea exterior en manos de Dusko Ivanovic.

Pues bien, no ha sido hasta este viernes cuando, con motivo del Media Day organizado por el Baskonia en el Bakh, ha llegado la primera aparición pública de Giedraitis para explicar lo sucedido durante este tiempo y su frustrado salto a la competición norteamericana.

"Ha sido un verano fácil. He tenido el tiempo suficiente para pensar todas las cosas que quería y qué decisiones tomar. Por descontado recibí un par de ofertas de la NBA, pero hablé con mi familia y entre todos decidimos quedarnos aquí tras ponerlo todo en la balanza. Aquí estoy feliz y mi familia también está feliz. Conozco bien el club de la pasada temporada y quedarme en el Baskonia ha sido la mejor opción", reconoció el lituano.

Lo cierto es que a Giedraitis no le cuadraron los números para hacer realidad su sueño estadounidense. Necesitaba una propuesta importante a nivel de dinero y, sobre todo, de varios años garantizados de contrato que no llegó, por lo que finalmente ha optado por seguir vistiendo la elástica del Baskonia, donde ostenta una de las fichas más importantes y es un primer espada con un protagonismo sideral a la hora de perforar el aro rival.

A partir de ahora compartirá equipo con un Fontecchio con el que, a su juicio, puede formar una gran pareja en la cuerda exterior. "Vamos a funcionar bien. Somos similares, pero diferentes. A mí me gusta más botar, pasar, tirar y no juego tanto al poste bajo. A Simone, en cambio, sí le gusta postear. A veces, tenemos malentendidos sobre la cancha pero debemos aprender a entendernos bien y ver cómo vamos a estar", analizó Giedraitis.

El lituano ya se convirtió el año pasado en un indiscutible referente del Baskonia a todos los niveles, pero confía en subir algún escalón competitivo porque "ya conozco todos los sistemas de Ivanovic" así como su forma de entrenar. "Nunca he tenido muchos problemas para adaptarme a mis clubes. Mi baloncesto siempre es el mismo, jamás ha cambiado. Este es un nuevo equipo, pero para mí será más fácil porque sé lo quiere Dusko, cómo le gusta jugar. Este segundo año será más sencillo al inicio", desveló.

Precisamente la presencia del técnico montenegrino también ha sido una de las claves para que dé continuidad a su ciclo como baskonista. "Dusko nos empuja a darlo todo en los partidos, esa es su mentalidad. Ha sido una de las razones para quedarme, aunque principalmente le pregunté a mi familia si les gustaba Vitoria para seguir jugando aquí. Es una ciudad pequeña y tranquila, pero encantadora. En la cancha también quería estar feliz y comprobé que en el Baskonia lo podía conseguir. Siempre pienso en estar contento y ganar el mayor número de partidos", resaltó,

Por último, Giedraitis dejó claro que no está "preocupado" por tener que emparejarse esta campaña con escoltas más pequeños y rápidos cuando actúe en la demarcación de escolta. "El año pasado ya pasé cuatro meses jugando así. Al principio sufrí en defensa por el bloqueo y continuación, pero con el tiempo me ajusté. Me gusta mejorar y aprender. Espero no sufrir, aunque nunca sabes", concluyó.