Jordi Bertomeu dejará de estar al frente de la Eurleague Commercial Assets (ECA), después de que los 11 clubes propietarios de la competición, incluido el Baskonia, votaran en la Junta General de Accionistas celebrada hoy a favor de su expulsión del consejo. Esta decisión no es tan solo resultado de la reunión de esta semana, ya que llevaba cocinándose toda la temporada. El descontento de los clubes propietarios con la gestión del torneo y específicamente de su reparto televisivo en los últimos años ha derivado en que se tome esta medida para intentar tener mayor participación en las decisiones del torneo. Bertomeu conservará su función de director ejecutivo y las responsabilidades de dicho puesto, pero quedará fuera del consejo de la ECA, que ahora estará formado por los propios equipos propietarios.

El proceso que ha derivado en la destitución de Bertomeu comenzó el pasado mes de abril, cuando siete de los clubes propietarios de la Euroliga - el Anadolu Efes, el CSKA de Moscú, el Panathinaikos, el Olympiacos, el Zalgiris, el Bayern de Munich y el Alba Berlín- se reunieron en secreto en Atenas para intercambiar sus pareceres y crear un frente común para protestar contra las recientes decisiones del hasta ahora máximo mandatario de la competición. En aquella cumbre no estuvieron el Fenerbahce, el Real Madrid, el Barça ni el Baskonia, a los que se informó posteriormente de sus intenciones.

Finalmente, tras lograr el 25 de abril mayor participación de los clubes en las decisiones respecto a los derechos televisivos y los patrocinios, los once han decidido de forma unánime relegar a Bertomeu de sus responsabilidades en la ECA. De momento, las cuentas de la Euroliga se someterán a una auditoría de Price Waterhouse Cooper (PwC) y serán los clubes los que participen en las reuniones a las que hasta ahora acudía el catalán. No se trata de un cambio de rumbo drástico, ya que dichos equipos siempre han tenido la última palabra en las resoluciones de la Euroliga. Sin embargo, sí que puede suponer el inicio de una nueva etapa con mayor implicación de los propietarios y se trata, evidentemente, de un toque de atención a Bertomeu, que queda muy señalado.

Ingresos insuficientes

Una de las principales causas de que Bertomeu haya sido expulsado de la directiva tras 20 años en el cargo es el descontento de una parte de los clubes con licencia A con el reparto de ingresos, especialmente aquellos que no cuentan con el apoyo de un club de fútbol para estabilizar sus cuentas. Nadie se libra de los efectos de la pandemia y las pérdidas de esta campaña han provocado que las medidas tomadas por Bertomeu el pasado verano para incrementar los ingresos por televisión hayan resultado insuficientes.

La Euroliga aumentó el pago a los participantes respecto a ediciones anteriores, asegurando 1,5 millones de euros a los once clubes que cuentan con licencia A y 500.000 al resto, a los que se suma otra cuantía según la posición que ocupen en la tabla -en el caso del Baskonia 350.000 euros más-. En total, los 18 equipos que componen el torneo se han repartido esta campaña 37,5 millones de euros, una cantidad que sigue siendo sustancialmente inferior a los gastos que tienen que asumir en salarios. Además, los propietarios opinan que los ingresos televisivos son inferiores al potencial del campeonato. Uno de los objetivos a partir de ahora será variar el reparto, con mayor parte del pastel para los equipos y menos para la organización, además de intentar atraer mayores recursos económicos.