La derrota del pasado viernes frente al Valencia Basket ha supuesto la bajada de telón definitiva a la actual temporada del TD Systems Baskonia pero también acarreará consecuencias a medio plazo. Y es que debido a esta temprana eliminación en la pelea por el título de Liga ACB la próxima edición de la Supercopa se cae del calendario de la escuadra de Zurbano, que se queda sin opciones de disputar el primer título del ejercicio venidero.

Es cierto que se trata de un torneo que puede considerarse menor y que ni mucho menos cuenta con el pedigrí de los que tienen lugar durante el curso regular pero no lo es menos que acostumbra a reunir a los equipos más destacados del curso anterior y que ejerce de primer termómetro de calidad para anticipar lo que puede deparar el futuro.

Sin embargo, en esta oportunidad no podrá contar con este particular test de calidad y deberá enfrentarse al arranque de la competición oficial sin más ensayos que los amistosos con los que pueda redondear su pretemporada. La eliminación en la ronda de cuartos de final ante el Valencia supuso la confirmación de una baja que no es la primera vez que sufre el combinado gasteiztarra. De hecho, desde el año 2014 ha ido alternando presencias y ausencias en el torneo para cumplir a rajatabla una curiosa estadística. En los años pares la tropa azulgrana siempre ha peleado por la Supercopa mientras que en los impares, sin embargo, se ha quedado fuera de la competición.

Una norma que volverá a ponerse de manifiesto dentro de unos meses atendiendo a los criterios de clasificación instaurados por la ACB en el año 2019. Unas reglas que establecen que las cuatro plazas disponibles se asignen a los campeones de la última edición de la Liga, la Copa y la propia Supercopa y al equipo de la ciudad que acoja el evento.

Aunque todavía no está confirmado de manera oficial, todo apunta desde hace meses a que la edición de 2021 de esta competición que sirve para abrir el calendario competitivo tendrá lugar en Burgos. El conjunto castellano acumula varios cursos ya de crecimiento imparable de su impacto tanto sobre la pista como en las gradas y su designación como sede de la Supercopa sería un merecido reconocimiento y el primer paso para poder cumplir su aspiración de acoger en breve torneos de mayor enjundia como la Copa.

Así pues, si se cumple esta previsión, el San Pablo de Joan Peñarroya disfrutaría del billete para participar en la Supercopa como anfitrión, cerrando el único camino abierto que podría quedarle al Baskonia para estar presente en esta cita dentro de unos meses.

Porque el acceso a las otras tres plazas está ya completamente vedado para el conjunto vitoriano. El Real Madrid de Pablo Laso se proclamó campeón en la edición de 2020, lo que le da derecho a participar. Lo mismo que el Barcelona, que tiene asegurada se presencia al haber logrado la victoria el pasado mes de febrero en la Copa del Rey que se disputó precisamente en Madrid.

El único hueco que restaría por rellenar, por lo tanto, sería el correspondiente al ganador del título de Liga que se está disputando en estos momentos todavía. Una victoria a la que, desgraciadamente, el conjunto de Dusko Ivanovic ya no puede aspirar tras ser eliminado por el Valencia Basket. Si fueran el Madrid o el Barcelona -ya clasificados por otras vías- quienes finalmente alzaran el título liguero, los criterios de selección establecen que su sustituto sería el segundo o tercer clasificado en el torneo de la regularidad que no tenga ya su plaza asignada a través de otro torneo. Una opción a la que, por lo tanto, ya únicamente pueden aspirar el Valencia Basket y el Lenovo Tenerife.

Criterios de selección. La Supercopa reúne a los últimos campeones de Liga, Copa del Rey y la edición anterior de la propia Supercopa junto al equipo de la ciudad anfitriona. En caso de que una misma escuadra se imponga en varias de estas competiciones, las plazas vacantes se asignarán al segundo o tercer clasificados de la Liga que no hayan obtenido el billete por otros caminos.