Ha llegado la hora de la verdad para el Baskonia. El conjunto de Dusko Ivanovic visitará hoy a partir de las 22.00 horas la Fonteta en un duelo a todo o nada contra el Valencia Basket, en busca de un hueco en las semifinales de la ACB. El que logre la victoria tendrá la oportunidad de medirse al Real Madrid a partir del domingo y pelear por meterse en la gran final, mientras que el perderor dará por concluida su temporada y arrancará sus vacaciones con el amargo sabor de boca de haber sido eliminado a las primeras de cambio en el play off.

La victoria del conjunto taronja por 87-86 en el primer encuentro de la eliminatoria y la respuesta azulgrana al imponerse por 76-65 en el segundo obligan a que ambos equipos se lo jueguen todo esta noche, en un duelo que no estará exento de emoción y tensión.

De hecho, ser capaces de gestionar los nervios y mantener en todo momento la concentración será clave para lograr la victoria. En ese sentido, la presión parece estar en el tejado del Valencia, ya que la contundente victoria baskonista del miércoles podría generar inseguridad entre los hombres de Ponsarnau. Sin embargo, podrán compensar esa presión con el aliento de sus aficionados, que, al igual que en el primer encuentro, volverán a estar presentes en las gradas de la Fonteta.

El Baskonia, por su parte, llega con la inyección de confianza de haber sido muy superior a su rival en el Buesa Arena y haber saboreado su primera victoria de mérito desde el brote de covid-19 sufrido por la plantilla. De hecho, hasta el miércoles solo había sumado un triunfo contra el Gipuzkoa Basket, colista de la ACB, en cinco encuentros oficiales.

El conjunto gasteiztarra recuperó su esencia el pasado miércoles y deberá seguir ese mismo camino esta noche si quiere tener opciones de frenar el talento ofensivo del Valencia. En el Buesa Arena el Baskonia se mostró más enérgico y agresivo que sus rivales. Los gasteiztarras provocaron 21 pérdidas y estuvieron muy activos en todas las disputas, lo que les permitió tener espacios para correr en transición y anotar canastas fáciles bajo el aro.

Todo esto estuvo acompañado por una defensa asfixiante sobre las piezas más importantes de Ponsarnau, dejando al Valencia en una anotación de solo 65 puntos. Con todo lo que está en juego esta noche, la mano de los jugadores temblará más que en los dos partidos anteriores, por lo que será esencial no permitir canastas fáciles al contrario, ya que cada punto valdrá su peso en oro.

EL ACIERTO EXTERIOR, CLAVE Hasta el momento, los porcentajes de lanzamiento de tres en la serie no han sido buenos y si uno de los dos equipos afina su puntería esta noche eso podría ser un factor diferencial. El Baskonia registró un 36% de acierto desde el perímetro en el primer encuentro, mientras que en el segundo se quedó en el 29%.

El Valencia, a pesar de contar con francotiradores como Prepelic, Van Rossom, Labeyrie, Sastre o Dubljevic, pasó de un 33% a un pobre 24% en el Buesa Arena. Si sus lanzadores, que erraron varios tiros liberados en el cuarto decisivo el miércoles, recuperan su acierto habitual, el Baskonia podría verse en serios problemas. Para evitar que entren en calor deberá defender con mucho rigor dichas situaciones.

En la batalla decisiva, que promete ser apasionante, ambos equipos contarán con todas sus piezas a disposición. Las condiciones físicas serán un factor importante, ya que el desgaste de jugar tres partidos en cinco días puede notarse en las piernas de los jugadores. Quizá pensando en ello, Ponsarnau reservó a algunos de sus hombres importantes en los minutos finales del miércoles, cuando el partido ya estaba decidido.

En el Baskonia Giedraitis se fue hasta los 34 minutos y Polonara, que ha estado las últimas semanas lesionado, alcanzó los 32. Deberán recuperarse lo mejor posible para el duelo de esta noche, en el que Dusko necesitará a todos sus jugadores al 100% si quiere afrontar el asalto a la Fonteta con garantías.

Las sensaciones del Baskonia en el global de la eliminatoria han sido mejores, pero el factor cancha pude ser diferencial

Gestionar la presión será esencial para ambos equipos tras los pésimos porcentajes desde el perímetro del miércoles