Ilimane Diop ya es una leyenda viva del Baskonia. El pasado domingo se convirtió con la friolera de 448 en el tercer jugador con más partidos disputados en la historia del club azulgrana. El pívot senegalés, que llegó junto a su hermano Mamadou a Vitoria en edad cadete en el verano de 2010 procedente de Tenerife e hizo su debut con el primer equipo en la temporada 2013-14, superó a todo un icono como Luis Scola.

Únicamente figuran ya por delante de él otros dos mitos del Baskonia como Sergi Vidal con 521 encuentros jugados y Pablo Prigioni con 460. Al argentino difícilmente le superará ya esta campaña teniendo en cuenta que solo restan dos partidos para el final de la fase regular, más los del play off por el título.

En un vídeo difundido por el Baskonia, Diop se ha mostrado "orgulloso" de haber alcanzado dicho número de actuaciones con el Baskonia. El canterano azulgrana está teniendo un protagonismo escaso desde el arranque de la temporada. Casi siempre a la sombra de Tonye Jekiri y Youssoupha Fall, también uno de los afectados por la decidida apuesta de Ivanovic de jugar con pequeños durante varios tramos de los duelos, sus minutos están llegando con cuentagotas.

"Estoy muy orgulloso de llegar a esa cifra. El camino fue largo y no fue fácil. Si llegas a este nivel, tienes que estar contento de tu trabajo y seguir haciendo lo que más te gusta", confesó Diop, que cumple su octava campaña de militancia en el Buesa Arena.

El espigado interior recordó sus difíciles inicios en el Baskonia cuando era un jugador liviano que tuvo que hacer un concienzudo trabajo a nivel físico para ganar peso y, sobre todo, músculo. "Cuando llegué a España, era flaco. De basket no tenía mucha idea. Con trabajo lo he conseguido. Tener suerte también me ha ayudado bastante para disfrutar de este momento. Han sido muchas horas de gimnasio, de escuchar los consejos de la gente...", rememoró.

Diop también destacó que "soy cada vez más maduro y tengo claras las cosas y el camino que quiero tomar", de ahí que siempre haya dispuesto de hueco en los sucesivos proyectos del Baskonia. De todos los jugadores con los que ha coincidido en el vestuario durante estos años, precisó que "me quedo con San Emeterio y el Chapu Nocioni porque son gente humilde y veteranos que te enseñan el camino, aunque Toko y Causeur también me han ayudado".

Como no podía ser de otra forma, Diop no tuvo reparos en señalar que "el Baskonia significa todo para mí" ya que ha posibilitado que crezca como baloncestista y como persona. "Soy un jugador de basket. Todo lo he hecho aquí, me han sacado de muchas cosas. Es el club de mi vida. Es pronto para decir si acabaré aquí mi carrera, aunque es el equipo que me ha sacado adelante y me ha dado la oportunidad de poder disfrutar de este juego", elogió.

Por último, el senegalés de 26 años subrayó que atesora la misma ambición que el Baskonia a la hora de conquistar títulos. "Me gusta ganar, luchar, no rendirme... Si doy esto, podré estar más tiempo aquí. Realmente me siento como en casa y estoy encantado. Vitoria es una ciudad tranquila y con gente amable que te ayuda", concluyó.