El de ayer estuvo lejos de ser el mejor partido de la temporada para el Baskonia, pero el equipo dio síntomas de recuperación durante momentos puntuales de un encuentro en el que no necesitó exprimirse para conseguir la victoria. Las secuelas que ha dejado el covid-19 en la plantilla azulgrana se volvieron a notar en Donostia, pero los de Dusko Ivanovic se mostraron en general algo más precisos que contra el Joventut.

En el arranque del encuentro, el cuadro gasteiztarra parecía haber dejado los contratiempos de las anteriores semanas atrás. El quinteto formado por Henry, Kurucs, Giedraitis, Polonara y Jekiri arrolló a los guipuzcoanos en el primer cuarto, logrando encadenar además un parcial de 0-18 que llegó a poner una ventaja máxima de 7-29 a los nueve minutos de juego.

La mejor noticia de esos primeros compases fue el rendimiento de Rokas Giedraitis, que estuvo totalmente desdibujado contra el Joventut y ayer volvió a ser una de las puntas de lanza del ataque baskonista. Si el martes anotó un solo punto en 17 minutos, ayer duplicó su participación con 34 minutos, en los que anotó 17 puntos. El lituano dio señas de mejoría física, al igual que Dragic, que jugó 17 minutos frente a los 9 del anterior compromiso azulgrana.

Parecía que el Baskonia volvía a ser el de siempre, pero en el segundo cuarto se deshinchó. Los hombres de Dusko Ivanovic encajaron 19 puntos seguidos ante un Gipuzkoa Basket que no hizo excesivos méritos para acercarse tanto en el electrónico. El parcial de 19-0 se debió más a errores infantiles en los pases y en el bote de balón, acumulando siete pérdidas en ese parcial. Esa sequía anotadora, que duró siete minutos y coincidió con la entrada a cancha de Colom y Massenat, sin apenas tiempo para poder entrenar con el equipo, dejó en evidencia que los gasteiztarras todavía están faltos de ritmo de competición. En cualquier caso, los minutos que acumularon en el día de ayer y la confianza de regresar a la senda de la victoria serán positivos para seguir con la puesta a punto de cara al play off

En el tercero cuarto, Colom movió bien el balón, repartió dos asistencias y anotó su primera canasta como baskonista. Foto: Gorka Estrada

MEJORÍA DE COLOM Si Dragic, Giedraitis o Sedekerskis tienen que trabajar para recuperar tono físico, la tarea de Colom es doble, ya que debe acostumbrarse al equipo y además conseguir ritmo de competición tras una temporada casi en blanco. Contra el Joventut estuvo desacertado y ayer no hizo un buen segundo cuarto, pero en el tercero movió bien el balón, repartió dos asistencias y anotó su primera canasta como baskonista. Se le va a exigir más que dos puntos, dos robos, una asistencia y un rebote, pero al menos se le vio algo más metido en la dinámica del equipo. Mientras tanto, Kurucs, consciente de que no va a tener muchas oportunidades así, volvió a sumar con siete puntos y energía en defensa. No quiere bajarse del tren baskonista, que, aunque a trompicones, comienza a desplazarse.