Si uno está asentado en Europa desde hace varias temporadas, el otro reúne todos los requisitos para tener una carrera de éxito en los próximos años. El triunfo del Baskonia en el Principado de Andorra estuvo presidido por la extrema fiabilidad de su pareja lituana en el perímetro.

Tanto Rokas Giedraitis como Tadas Sedekerskis rayaron en el día de ayer a un nivel excelente en el perímetro azulgrana. Una matinal que teóricamente se complicaba hasta límites insospechados debido al esguince de tobillo sufrido por Pierria Henry en el segundo cuarto derivó, a la postre, en un plácido monólogo del conjunto vitoriano, muy poco exigido por un mermadísimo Andorra cuyo desolador parte de guerra daba para llenar la planta entera de cualquier hospital.

Ambos jugadores bálticos fueron imprescindibles para la estabilidad del Baskonia en un partido de guante blanco, especialmente tras el intermedio cuando la rendición andorrana ya fue una realidad. Cada uno con sus virtudes tradicionales, aunque el joven nacido en Nida vio premiado por fin su excelente despliegue con una estadística de lo más decorosa que le permitió irse hasta los 20 dígitos de valoración.

Y es que Tadas estuvo una vez más en otra dimensión en la vertiente físico. Aquella eterna promesa sobre la que tantos prejuicios han existido en estos últimos años y ha debido afrontar varias cesiones lejos de Vitoria para foguearse, se ha convertido hoy en día en un primer espada del Baskonia. Lástima que todavía adolezca de cierto egoismo y, sobre todo, descaro para jugarse más balones en ataque y dar el paso al frente con el que todo el mundo sueña.

Mientras Sedekerskis va haciendo realidad poco a poco las expectativas más ambiciosas en ese sentido, ayer resultó básico en otras facetas poco vistosas gracias, en parte, a su supremacía en la vertiente física. De hecho, el Baskonia consiguió innumerables ventajas cada vez que optó por martirizar a un par mucho más bajo como Senglin actuando de espaldas al aro.

Esos aclarados acabaron casi siempre con una falta del escolta estadounidense, sin cuerpo para defenderle, o la clásica inversión para un tiro liberado de un compañero desde otro lado de la cancha. Su presencia física es tan valiosa que Ivanovic puede permitirse el lujo de prescindir de sus dos grandes torres (Fall y Diop) sin que el poderío reboteador alavés se vea resentido.

Los 14 puntos y 6 rebotes de Tadas para un total de 20 créditos de valoración se vieron complementados por la también notable actuación de Giedraitis, un exterior más maduro y al que nunca le quema el balón cuando le llega a las manos. El ex del Alba Berlín, al que se le caen los puntos de los bolsillos y que no acusó los 34 minutos entre pecho y espalda, firmó una completísima actuación manchando todos los apartados estadísticos.

Un francotirador que casi siempre luce por su mortífera pegada estuvo más comprometido que nunca en otras facetas. Giedraitis acabó el choque con 15 tantos, 6 rechaces, 5 asistencias y 3 recuperaciones, descosiendo al Andorra cuando trataba de meterse en el encuentro con más corazón que cabeza. En definitiva, una pareja estelar que también se vio complementado por el silencioso Peters, tercer máximo anotador del Baskonia con 13 puntos.

Apodo de Ironman. Dusko Ivanovic se tomó con cierto humor la lesión de una de sus prolongaciones sobre la pista en Andorra: "Yo pensaba que este Ironman que es Pierria Henry no se podía lesionar. Ha tenido un esguince y veremos más adelante cuál es el grado", aseguró con una sonrisa el entrenador del Baskonia. El montenegrino fue directo y conciso en su rueda de prensa posterior al triunfo. "Ha sido una victoria muy trabajada, sobre todo después de la lesión de Henry. Hemos jugado con mucho sentido y hemos defendido muy bien gracias a muchos jugadores pequeños en pista. Por eso, hemos ganado", sentenció el de Bijelo Polje.