El partido ante el Gran Canaria fue un mal sueño del que conviene despertar cuanto antes. Quizás por tener la cabeza puesta en la trascendental doble cita de esta semana ante el Panathinaikos y el Efes se vio el domingo un Baskonia apático y sin un átomo de fuerzas. La antítesis de lo que está siendo la trayectoria continental de un equipo admirable y con un corazón tan grande que no le entra en el pecho.

Sin embargo, cualquiera puede tener un mal día en la oficina. Nadie es ajeno a las bajadas de tensión en medio de un calendario frenético. Y más si la plantilla no va sobrada de efectivos como la azulgrana, que en el peor momento posible se ha quedado sin un valioso soldado (Jekiri).

Se trata de hacer borrón y cuenta nueva en el OAKA, donde la tropa alavesa disputa esta noche la antepenúltima jornada de una Euroliga al rojo vivo. Quedan tres partidos para tratar de poner la guinda a unas últimas semanas ciertamente sobresalientes y celebrar un éxito, a todas luces, grandioso. El primer desafío acontece en Atenas, una de las ciudades europeas donde el Baskonia construyó durante años su intachable historia en la Euroliga y donde aguarda un Panathinaikos bajo mínimos esta temporada.

El conjunto griego ya no se juega nada pero ello tampoco redundará en una noche plácida para un Baskonia obligado nuevamente a endurecerse y recuperar las señas de identidad que le hacen tan reconocible. Todas las virtudes, especialmente las derivadas del sacrificio y espíritu de lucha, quedaron difuminadas en la fatídica tarde ante el Gran Canaria, por lo que de repetirse dicha abúlica imagen las esperanzas de conquistar el OAKA serán inexistentes.

En función de los resultados de otras canchas, puede ser uno de esos típicos días de puerta grande o enfermería. El Baskonia, que no depende de sí mismo, no solo compite en la capital griega sino que también lo hará en otros dos lugares: San Petersburgo y Madrid. En tierras rusas se juega el Zenit-CSKA, mientras que en la capital de España tendrá lugar otro compromiso igualmente decisivo como el que medirá al Real Madrid y Efes. Sobra decir que la derrotas de los conjuntos dirigidos por Xavi Pascual y Pablo Laso, respectivamente, podría abrir la puerta a que el TD Systems inmiscuya nuevamente su figura en posiciones de Top 8, algo que no consigue desde la jornada inaugural.

nedovic, descartado Todas las cábalas para disputar los cruces de la Euroliga pasan, en cualquier caso, por superar hoy al Panathinaikos. En teoría, es el partido más asequible de los tres que le restan al Baskonia, que este jueves recibe al Efes en el Buesa Arena y clausura la fase regular la próxima semana en la Fonteta. Pese a su espectacular racha de ocho victorias en los últimos nueve partidos, el margen de error de los pupilos de Ivanovic continúa siendo mínimo y cualquier desliz puede desbaratar todo el trabajo efectuado hasta ahora.

El Panathinaikos se ha convertido en una de las grandes decepciones de esta edición continental. Su importante reducción presupuestaria se ha traducido en una plantilla con nombres menos lustrosos que en campañas precedentes. Ni el cambio en el banquillo con la llegada de Oded Kattash ni el rimbombante fichaje de Mario Hezonja han permitido asomar la cabeza a un equipo que ha perdido cinco de sus seis últimos duelos continentales y recientemente se vio sonrojado en casa por el Estrella Roja.

La gran incógnita en las filas locales tenía nombres y apellidos: Nemanja Nedovic. El talentoso escolta serbio, máxima estrella del club del trébol y que promedia casi 17 puntos por encuentro en esta Euroliga, se reincorporó el domingo a los entrenamientos tras varias semanas inactivo como consecuencia de la enésima lesión muscular en su carrera. Sin embargo, el propio Kattash confirmó ayer que su reaparición ante el Baskonia es prematura y, por lo tanto, no se vestirá de corto tras el reciente viaje a su país natal para ser supervisado por un médico de su confianza.

Recuperar las señas de identidad extraviadas ante el Gran Canaria constituye el primer mandamiento para volver a la senda positiva

El Panathinaikos, en el que Nemanja Nedovic causará baja, se ha convertido en una de las decepciones de esta edición continental