Todas las miradas están puestas con razón en la Euroliga, pero ello no impide al Baskonia mantenerse en la cresta de la ola en todos los frentes y también firmar una trayectoria convincente a nivel doméstico. Antes de una semana trascendental con doble jornada en la máxima competición continental, el conjunto vitoriano está obligado a rubricar hoy otro ejercicio de abstracción frente al Gran Canaria en la Liga Endesa.

Si quiere conservar una tercera plaza seriamente amenazada esta campaña por el Tenerife de Huertas, con una victoria menos pero con dos partidos aplazados, el Baskonia necesita seguir subido a la ola ganadora de los últimos tiempos. Con un técnico como Ivanovic que no consiente bajadas de tensión y destierra el cansancio como excusa, el pronóstico antes del salto inicial apunta con claridad hacia otro cómodo triunfo ante un visitante que llega al Buesa Arena con las fuerzas muy justas.

Y es que un renacido Gran Canaria ha vivido unos últimos días de lo más frenéticos tras haber sellado una brillante clasificación para las semifinales de la Eurocopa. El cuadro insular aterriza en Vitoria con la moral por las nubes pero también exhausto una vez dejado en la cuneta al Boulogne Metropolitans francés, ante el que ha resuelto por la vía rápida su eliminatoria de cuartos de final. Ahora le espera el Buducnost o el Mónaco como penúltimo obstáculo para tratar de regresar a la Euroliga.

El rival azulgrana está viviendo una montaña rusa de emociones en la presente temporada. Su rendimiento en los albores fue decepcionante y la cabeza de su técnico Porfi Fisac pendió incluso un hilo. Uno de sus jugadores más importantes, Javi Beirán, se vio apartado del equipo por razones poco claras y tuvo más de un pie fuera del club claretiano, aunque el alero madrileño -internacional en su día con España cuando conquistó en 2019 el histórico oro en el Mundial de China- vuelve a ser uno más a las órdenes del segoviano.

Con el paso de los meses, la situación del Gran Canaria se ha estabilizado. De hecho, ya ha puesto tierra de por medio respecto a los puestos de descenso y tiene como claro objetivo llegar lo más lejos posible en la Eurocopa, cuyo campeón obtiene plaza para la Euroliga. Los cambios efectuados en mitad de curso también le han ayudado a resurgir.

Las salidas de Amedeo Della Valle, Jacob Wiley, Frankie Ferrari, Earl Clark o Beka Burjanadze se han compensado con los fichajes de AJ Slaughter (baja de última hora hoy en el Buesa Arena), Sean Kilpatrick y Oliver Stevic. Con todo, el Granca no debería estar en condiciones de poner en excesivos aprietos a un Baskonia que no levanta el pie del acelerador y se ha convertido en una máquina de triturar toda clase de adversarios.

El partido emerge como una buena oportunidad para que Ivanovic trate de oxigenar a los jugadores con más minutos en sus piernas, aunque por todos es sabido que el técnico montenegrino no hace concesiones para la galería ni regala oportunidades. Entre la baja de Jekiri y el ostracismo de Raieste y Kurucs, todo hace indicar que tan solo nueve jugadores sostendrán los cimientos azulgranas durante las próximas semanas.

El conjunto insular, que llega sin el base Slaughter, se ha deshecho esta semana por la vía rápida del Metropolitans francés