El perseguidor azulgrana no desfallece. Aunque sigue caminando sobre un fino alambre en la Euroliga, el Baskonia mantiene el equilibrio gracias a su coraza de hierro. Con la octava victoria en los últimos nueve partidos, prolongó su velocidad de crucero en una competición continental donde se resiste a hincar la rodilla. El vetusto Armani tampoco fue rival en el Buesa Arena en otra convincente actuación coral y, a falta de tres jornadas para el cierre de la fase regular, el Top 8 se mantiene como un objetivo real a la espera de la resolución de tres partidos dramáticos ante el Panathinaikos, el Efes y el Valencia.

Tras la victoria de todos los rivales directos en esta jornada, el TD Systems cumplió su parte del guión para evitar una caída mortal de necesidad hacia el vacío. Lo hizo con la suficiencia del grupo que se siente capacitado ya para casi todo. El aficionado pesimista que enarboló la bandera blanca de la rendición en enero con aquella fatídica racha de derrotas no da crédito hoy en día a la desbordante solidez, la confianza y el estado de euforia de un plantel con sangre en los ojos. Poco importan la falta de efectivos o contratiempos como la lesión de Jekiri cuando todos reman en la misma dirección, todos suman y todos acreditan un compromiso a prueba de bombas.

Un trabajo coral

Cuatro integrantes del mariscal balcánico superaron la decena de puntos, Polonara acabó desatado un día más delante de sus compatriotas, Henry entró en erupción como solo los más grandes tras el intermedio y un coloso como Tadas -capaz de defender con maestría a Hines en el poste bajo- alcanzó una magnífica valoración con apenas cuatro tiros de campo para que el Baskonia se sobrepusiera, por ejemplo, al mal día de Vildoza o a su errática carta de tiro desde el 6,75. Ni el arranque al ralentí ni el clamoroso desacierto durante la primera mitad supusieron obstáculo alguno en pos de una nueva alegría continental.

Con la seriedad y el carácter pétreo que le abanderan, el Baskonia quemó una nueva etapa de una Euroliga al rojo vivo. Tan decepcionante como en campañas precedentes, el cuadro italiano se vio difuminado por los pesados grilletes alaveses. Un combate muy desigual entre un equipo fresco y enérgico como el vitoriano y otro envejecido como el lombardo que amenaza con reeditar los estrepitosos fracasos de campañas precedentes.

En cuanto el Baskonia se activó de piernas con la entrada de suplentes muy enchufados como Dragic, acreditó algo de acierto desde el 6,75 e introdujo un par de marchas más para imprimir otro ritmo más eléctrico y desarbolar a un visitante sin uñas, quedó despejado el horizonte de un partido trabado, espeso y, por momentos, caótico. Sin la vistosidad de otras ocasiones pero sostenido por ese carácter rocoso que se ha convertido en su DNI, el Baskonia apenas dejó dudas acerca de su superioridad.

La estabilidad vitoriana se sostuvo con los cimientos de laboriosidad habituales en tareas de contención. Apenas hubo noticias de los estiletes de Messina, con mención especial para dos jugadores de gatillo fácil como el Chacho y Shields. El canario se apagó tras una prometedora puesta en escena, mientras que el exbaskonista afrontó el último cuarto con su casillero de canastas inédito.

Tras una primera parte nivelada que auguraba una jornada al filo de la navaja, el Baskonia reventó la velada con la contundencia propia de un peso pesado. Un partido con bajo tanteador y presidido en varios tramos por un ritmo parsimonioso desembocó en un torrente azulgrana de misiles exteriores y contragolpes. Los francotiradores de Ivanovic vivieron un día aciago y prueba de ello fueron los once lanzamientos repelidos por el aro lombardo hasta la diana materializada por Dragic. Hasta en días así, sin embargo, la tropa alavesa es capaz de sostenerse en pie merced a toneladas de trabajo atrás.

Ivanovic comprobó a las primeras de cambio el socavón abierto por la lesión de Jekiri en la zona y pronto perdió la paciencia con el pobre rendimiento de sus dos escuderos. La baza de los 'cuatros' fue explotada por el entrenador montenegrino, insatisfecho con Fall y especialmente con Diop. Sin gigantes pero con armas devastadoras en otros puestos, el Baskonia acabó sobrado.

- Ficha técnica:

86 - TD Systems Baskonia (10+23+27+26): Vildoza (3), Giedraitis (14), Sedekerskis (9), Polonara (17), y Fall (4) -cinco inicial-, Henry (19), Diop (2), Peters (3) y Dragic (15).

69 - AX Armani Exchange Milán (16+16+13+24): Rodríguez (12), Shields (10), Datome (10), Leday (2) y Tarczewski (2) -cinco inicial-, Punter (13), Micov (-), Moraschini (-), Roll (8), Brooks (10) y Hines (2).

Árbitros: Matej Boltauzer (Eslovenia), Emin Mogulkoc (Turquía) y Sergio Silva (Mejicano). Sin eliminados. Señalaron falta técnica a Sergio Rodríguez (min. 34).

Incidencias: partido correspondiente a la trigesimoprimera jornada de la Euroliga disputado sin público en el Fernando Buesa Arena de Vitoria.