- Los pívots del Baskonia son pura incertidumbre. Un día no son capaces de sacar ventajas ante ningún rival y al otro no hay nadie que les pueda parar. En el choque de ayer entre el equipo azulgrana y el Bayern, cuando los jugadores con más calidad de la plantilla como Henry o Vildoza no estaban apareciendo, fue Tonye Jekiri quien fue capaz de sostener la proyección ofensiva de la escuadra gasteiztarra en la primera mitad. Su aportación tanto en la anotación (12) como en el rebote (6) -además de su notable visión de juego desde el poste bajo- fue clave para que los de Ivanovic maduraran un partido incómodo debido al juego tan parsimonioso planteado por el conjunto alemán.

Asimismo, sí es cierto que la incidencia del nigeriano en el juego baskonista bajó en el tercer cuarto, momento en que aparecieron Giedraitis, Polonara y Vildoza para noquear al Bayern con ese juego exterior que había faltado en la primera parte y lograr así una espectacular máxima ventaja de 25 puntos (60-35). Pero Jekiri continuó dando ventajas al Baskonia en el rebote y volvió a aparecer cuando, de nuevo, el equipo muniqués recortó distancias -con una gran actuación de Reynolds- y presionó a los vitorianos en un último cuarto en el que sus compañeros acabaron buscándole en más ocasiones de lo normal. Su balance al final del encuentro fue de 15 puntos -el máximo anotador de Baskonia junto a Giedraitis y Polonara-, nueve rebotes y cinco asitencias.

Por fortuna para el conjunto gasteiztarra, Jekiri está recuperando ese nivel que mostró a comienzos de temporada y, aunque ha tenido varios bajones que provocaron que Fall ocupara su lugar en la rotación de cincos, ahora vuelve a tener la confianza del técnico baskonista y es un filón a explotar -y más cuando los jugadores talentosos de la plantilla no tienen un buen día-. Además, gracias a su providencial aparición de ayer, el Baskonia continúa en la encarnizada lucha por entrar en el Top 8 de la Euroliga. Tarea aún complicada debido a la ventaja del Zenit -una victoria, además de un partido menos ante el Panathinaikos-, pero para nada imposible a falta de cinco jornadas para acabar la fase regular y con un duelo directo entre ambos la próxima semana en San Petersburgo.

En cambio, no fue el día del senegalés. Mientras su compañero de posición sobresalía en el partido y se convertía en una pieza determinante cuando más incómodo estaba el conjunto azulgrana, Youssoupha Fall pasó desapercibido y, además, vio tres faltas personales en menos de dos minutos que provocaron la ira de Ivanovic. Su escuálida aportación fue de dos puntos y tres rebotes.

El técnico, satisfecho. El entrenador montenegrino valoró la importancia del tercer cuarto en la rueda de prensa posterior al encuentro: "La clave de la victoria ha estado en el tercer cuarto. Cuando hemos jugado agresivos en defensa, hemos podido salir rápido y anotar canastas fáciles. Luego, algunos jugadores se han relajado y eso es muy peligroso contra equipos como el Bayern, pero creo que hemos merecido ganar". "Cerca del final, jugamos dos o tres buenas defensas. Ya dije hace tiempo que vamos a pelear hasta el final por estar entre los ocho mejores", añadió Ivanovic, siempre el primero que irradia confianza.